Ministerios y buenas intenciones

La ministra para la Transición Ecológica visita hoy la comarca de Andorra.

Un momento de la manifestación en Andorra contra el cierre de la térmica, el pasado 12 de enero.
Un momento de la manifestación en Andorra contra el cierre de la térmica, el pasado 12 de enero.
Antonio García / Bykofoto

Entre los gestos para la galería con los que Pedro Sánchez adornó su Gobierno, estuvo el de renombrar algún ministerio con etiquetas que expresasen las mejores intenciones. Así apareció la cartera de Transición Ecológica, que se hizo cargo, entre otras cosas, de lo que antes correspondía a Energía. Favorecer el paso hacia una economía más sostenible y hacia las energías limpias es, desde luego, una buena iniciativa. Lo malo es que puede tener efectos secundarios nada benignos y de los que, al parecer, no hay ningún ministerio que vaya a hacerse responsable. La ministra Teresa Ribera visitará hoy Andorra y Ariño, lo que le permitirá conocer de primera mano la preocupación que suscita en esa comarca turolense su política de abandono del carbón y de cierre acelerado de centrales térmicas como la andorrana. Es un detalle por su parte acudir al lugar del desastre, pero lo que hemos visto y oído durante estas últimas semanas no autoriza a ser optimistas. Ni parece probable que conmine a Endesa para que alargue la vida de la térmica ni hay rastro de que exista un plan efectivo para la reindustrialización de la comarca, que requeriría la implicación no de un ministro, sino de todo el Gobierno. Quizá habría que ir pensando en crear un Ministerio para la Recuperación Demográfica. Al menos Aragón tendría una ventanilla a la que acudir.