La suma, a izquierda y derecha

La fragmentación parlamentaria es mayor en Aragón que en el conjunto de España. Y aún puede aumentar.

Vista de un pleno de las Cortes de Aragón.
Vista de un pleno de las Cortes de Aragón.
Oliver Duch

Desde hace cinco años el escenario político aragonés está muy fragmentado, lo que complica las combinaciones de gobierno. La llegada de Podemos y Cs en 2015 abrió el abanico a siete bandas. Y lo mismo pasará en mayo de este año, con dos cambios: a PP, PSOE, PAR, Cs y CHA se suman Unidos Podemos (Podemos e IU fueron por separado en 2015) y Vox. Eso, si en Aragón no hay una réplica de la escisión podemista que lidera Errejón. También, si IU mantiene aquí el pacto si hay ruptura en Podemos y según lo que pase con las confluencias. La peculiaridad aragonesa en relación a lo nacional es PAR y CHA. Ambos pueden ser decisivos para dar mayorías a unos y a otros, e incluso para explorar opciones transversales.

Por lo tanto, Aragón llega a las autonómicas con más fragmentación y el mismo cuerpo electoral que hace cuatro años. Pero las expectativas no son iguales. El bloque de izquierdas tiene problemas para mantener mayorías porque el PSOE no suma todo el voto que pierde Podemos. Mientras que en el centroderecha, Vox compensa en parte la fuga del PP y Cs sigue al alza cogiendo votos a socialistas y populares. Así que todos echan cuentas, desde el centroderecha -PP, PAR, Cs, Vox- al centroizquierda -PSOE, Cs, PAR..., por ejemplo-, para cuadrar los números. Porque los socialistas no ven claro que sumen con Unidos Podemos y CHA. Menos aún tras el bombazo de Errejón. Un clásico en la izquierda española.