Un nuevo crimen machista

Hay que perseverar con determinación, en todos los frentes, en la lucha contra la violencia de género.

Concentración de ayer en Zaragoza en repulsa del asesinato.
Concentración de ayer en Zaragoza en repulsa del asesinato.
Oliver Duch

El asesinato de la abogada Rebeca Santamalia en Zaragoza conmocionó ayer a sus compañeros de profesión y a toda la sociedad aragonesa. Se trata de un nuevo crimen machista que obliga a todos a reafirmarse en la determinación de luchar contra la violencia de género. Proteger a las mujeres de los estragos del machismo es una prioridad que también debe reflejarse en el cumplimiento de las penas impuestas a los agresores.

Resulta paradójico que una abogada sea asesinada por el hombre al que defendió ante los tribunales. Pero la relación que se entabló posteriormente entre Rebeca Santamalia y Javier Salvador indica que estamos de nuevo ante un crimen inspirado por pulsiones machistas. Una forma de abuso de poder que lleva a algunos hombres a creerse con una especie de derecho de propiedad sobre las mujeres, llegando incluso, en los casos extremos, a disponer de su vida. La continuidad de estos comportamientos es inadmisible y, afortunadamente, la sociedad española, mujeres y hombres, va tomando cada vez mayor conciencia de que hay que enfrentarse al problema con determinación. La concentración de ayer en Zaragoza muestra esa voluntad y una repulsa, que debe ser permanente, hacia la violencia de género. La sociedad y las instituciones deben ser capaces de prevenir la violencia y de proteger a las víctimas, lo que incluye el cumplimiento de las penas adecuadas por parte de los autores de agresiones y crímenes. Merece a este respecto una reflexión el hecho de que el primer asesinato cometido por Salvador, cuando mató a su esposa en 2003, se saldase con una condena de 18 años; y que después obtuviese primero el tercer grado y luego la libertad condicional en contra del criterio de las juntas de tratamiento de las prisiones en las que se encontraba. La lucha contra la violencia machista tiene muchos frentes y el derecho penal y su aplicación es uno de ellos.