Heraldo del Campo

La fruta fresca vuelve a los coles

El pasado 14 de enero arrancó la décima edición del ‘Programa de consumo de fruta y leche en las escuelas’. Este año llega a 466 centros de 259 localidades.

Reparto de fruta en un colegio de Zaragoza.
Reparto de fruta en un colegio de Zaragoza.
Laura Uranga

Un año más, y ya van diez ediciones, las manzanas, las peras, los plátanos o las mandarinas, o un poco más adelante las cerezas, vuelven a las aulas y lo hacen gracias al ‘Programa de consumo de fruta y leche en las escuelas’, una iniciativa puesta en marcha por el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón. Una iniciativa que cuenta con un presupuesto de un millón de euros, en su mayor parte financiados por fondos europeos y con la cofinanciación del Ministerio de Agricultura y el Gobierno de Aragón.

En esta ocasión, la cita arrancó el 14 de enero y lo hizo en 466 centros de 259 localidades aragonesas y está previsto que participen 136.526 alumnos. De ellos, 27.031 cursan Educación Infantil, 71.494 están matriculados en Primaria y 38.001, en Secundaria.

Además, este año, según fuentes del Gobierno de Aragón, prácticamente se ha duplicado el número de centros escolares que han solicitado incorporar los lácteos al programa, llegando a 191 colegios.

«En el centro llevamos participando en esta iniciativa desde sus orígenes y la incluimos dentro de la propuesta Escuela Promotora de Salud. Le da un valor añadido a lo que trabajamos en el centro y además nos permite que muchos alumnos puedan disfrutar de un almuerzo saludable, al menos una vez a la semana. Aunque a los escolares no se les obliga a tomar fruta, lo cierto es que la mayoría lo hace y esto permite que los niños vayan adquiriendo este hábito tan saludable», matizan desde el equipo directivo del colegio Tomás Alvira de Zaragoza, donde el programa se centra en Primaria, pero trabajan con Infantil también estos valores gracias al programa de Almuerzos Saludables.

Cuando esta propuesta arrancó, lo hizo sobre todo en las cabeceras de provincia y en las tres principales capitales, pero, poco a poco, la actividad se ha ido consolidando y ahora llega a casi todos los rincones de Aragón. «En esta iniciativa ha sido muy importante el intenso trabajo de promoción que hemos llevado a cabo a lo largo de los años que lleva en marcha. Además, los colegios han sido muy receptivos. En este sentido, hay que resaltar que, sin el compromiso del profesorado, el programa no tendría el grado de cobertura que tiene actualmente», indica el director general de Alimentación y Fomento Agroalimentario del Gobierno de Aragón, Enrique Novales.

Empresas distribuidoras

El otro pilar fundamental de este programa es el sector productor y comercializador de frutas, que «se encargan de producir y suministrar al alumnado los kilos de fruta limpia y en perfectas condiciones, respetando los calendarios y horarios de entrega que previamente se han comunicado a los centros», señala Enrique Novales.

En el curso 2017-18 se repartieron entre los colegios aragoneses más de 460.000 kilos de frutas, y de ello se encargaron siete empresas, Alzafrut, La Rinconada, Frutas Bruned, Frutas Hermanos Navarri, Frutas J. Bordas, Frutas Hermanos Yagüe y Amadeo Valero, productoras y distribuidoras que repetirán en esta nueva edición.

«Es muy importante destacar la importancia de este tipo de programas que permiten introducir hábitos de consumo y vida saludable entre los consumidores más jóvenes», concluye el director general de Alimentación del Ejecutivo autónomo.

Catas, productos ecológicos y muchas más almendras

Desde sus orígenes, uno de los objetivos de este programa ha sido «promover la introducción de la toma de fruta entre los más pequeños. La Unión Europea era excedentaria de fruta, y como los consumos no subían, se pensó en poner en marcha este programa en los centros escolares», indica Enrique Novales.

Pero la iniciativa, con el paso de los años, ha ido más allá, y a la entrega de fruta semanal hay que sumar otras muchas actividades. Es el caso de las charlas o las visitas que los escolares realizan a explotaciones hortofrutícolas, viveros y queserías, por ejemplo.

Otra actividad, es la cata de frutas, actividad con la que se pretende que los más pequeños se familiaricen con otro tipo de productos menos frecuentes en la cesta de la compra familiar. «Además, también se ha introducido una cantidad de fruta ecológica que se dará a probar entre los colegios que quieran participar en estas catas más específicas. En la mayoría de los casos se trata de fruta procedente de Aragón, pero también se hacen excepciones con otros productos, como las mandarinas o incluso frutas más exóticas», afirma Novales.

El curso pasado se incorporaron importantes novedades como la inclusión de la leche, los yogures sin azúcar, las nueces y las almendras, producidas en Aragón.

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