Educación regula la supervisión de los menús escolares por parte de las familias

El protocolo que permite controlar la calidad de estos servicios obliga a crear comisiones para vigilar los comedores

La supervisión de los comedores escolares es una reivindicación de las familias
La supervisión de los comedores escolares es una reivindicación de las familias
Oliver Duch

El Gobierno de Aragón regulará las comisiones encargadas de supervisar los menús de los comedores escolares de los centros públicos de infantil, primaria y educación especial.

En el borrador del protocolo que prevé el seguimiento y la evaluación de la calidad de la prestación del servicio de comedor escolar y de la vigilancia y atención del alumnado se recoge la obligación de todos los centros públicos aragoneses de crear una comisión especial para supervisar estos servicios.

Este texto fue entregado el jueves a los representantes de la Plataforma por unos comedores públicos de calidad, durante la reunión que mantuvieron con Ricardo Almalé, director de Planificación y Formación Profesional de Educación, e Isabel Arbués, directora provincial de Educación en Zaragoza.

El documento, que recoge aspectos muy generales, debe ser ahora completado por las familias para dar forma a un texto final. De momento, lo más relevante es el hecho mismo de que el Departamento de Educación obligue a crear estas comisiones y regule su funcionamiento para que puedan ejercer su labor de control en todos los colegios públicos.

Entre las funciones que el protocolo fija para estos equipos, que dependerán del Consejo Escolar, están la aprobación de la organización y funcionamiento del comedor escolar y del plan anual de este servicio que incluya las actividades educativas y recreativas, la supervisión del menú de las comidas y la atención y cuidado del alumnado.

Así como velar por la normativa vigente de sanidad e higiene. Para llevar a cabo estos cometidos, dos miembros de la Comisión del Servicio de Comedor Escolar podrán comer una vez al mes en los colegios, siempre que avisen con tiempo y no interfieran en el normal desarrollo del servicio.

El texto recoge también que el equipo directivo de los centros facilitará que los padres y madres interesados puedan hacer uso del comedor para comprobar el funcionamiento del servicio.

A priori, tanto la Plataforma como Fapar, la asociación de ampas de los centros públicos, han acogido bien la iniciativa. Desde esta última se alegraron ayer de que Educación se anime a regular las comisiones encargadas de supervisar los comedores escolares que, por otra parte, ya están funcionando en algunos centros.

Una portavoz de esta asociación recordó que Fapar considera que los comedores son un servicio complementario a la educación.

El protocolo incluye también la posibilidad de que las asociaciones de madres y padres puedan elaborar y suministrar las comidas en los centros, encargarse de la atención y cuidado del alumnado durante la ingesta de alimentos y ocuparse, asimismo, de las actividades educativas relacionadas con los comedores escolares.

Esto se llevará a cabo mediante la suscripción de un convenio de colaboración con la Administración.

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