Ábalos visita Aragón con la eterna demora de las autovías de Castellón y Barcelona

El ministro de Fomento repasará los avances con Lambán, que se limitan a las carreteras oscenses y al ferrocarril de Teruel.

Ábalos visita Aragón con la eterna demora de las autovías de Castellón y Barcelona
Ábalos visita Aragón con la eterna demora de las autovías de Castellón y Barcelona
José Miguel Marco

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, repasará este viernes con el presidente aragonés, Javier Lambán, los avances en las infraestructuras de la Comunidad, que a estas alturas se limitan a las carreteras oscenses y al ferrocarril de Teruel mientras se eterniza la espera de los desdoblamientos de la N-II (Barcelona) y de la N-232 (Castellón).

El Gobierno central cumplirá su compromiso adquirido hace tres meses en la comisión bilateral y entregará a Lambán un informe con el estado de las obras de Aragón y sus previsiones. En la lista para 2019 entrará la esperada licitación de las obras del primer tramo de la autovía de Castellón, de El Burgo a Fuentes de Ebro, anunciada para el año pasado con una dotación de 5 millones y que requerirá que requerirá que salgan adelante las cuentas que aprueba hoy el Consejo de Ministros. El resto del desdoblamiento hasta Valdealgorfa sigue en fase preliminar, la de estudio informativo, tras superar al fin el estudio ambiental el pasado verano, por lo que habrá que esperar años para ver alguno de los seis tramos restantes de la futura A-68 en ejecución.

Mucha peor suerte corre la autovía de Barcelona, que lleva años bloqueada y sin visos de que el Gobierno dé una solución para una de las vías más peligrosas de Aragón. De hecho, las partidas presupuestarias no se tocan, independientemente del color de los sucesivos gobiernos, por lo que los propios responsables políticos admiten que la solución pasaría por no renovar la concesión de la autopista en 2021. Para paliar ya el problema se pretende aumentar la bonificación del peaje para camiones, cuya partida se elevó el año pasado en 10 millones a iniciativa del PAR, sin que se haya aplicado.

Los avances en Aragón se limitan a las carreteras oscenses, cuyas obras y adjudicaciones siguen adelante, aunque su ritmo no sea precisamente rápido, y a las licitaciones de las mejoras para las líneas ferroviarias de Teruel y de Huesca. Eso sí, Fomento volvió a postergar en 2018 la inversión comprometida pese a contar con partidas presupuestarias que sumaban más de 65 millones gracias a las enmiendas aragonesistas.

Hasta el mes de octubre, las adjudicaciones del grupo Fomento en Aragón ascendían a 123,6 millones, lo que le situaba como la cuarta autonomía. Si se desgranan los números, se aprecia que solo dos obras, el tramo pendiente de la A-22, Huesca-Siétamo, y el de la A-21 entre Sigüés y Tiermas suman más del 72% del importe total. Si se repasa el boletín, se aprecia que el resto de actuaciones se limitan a refuerzos de firme.

Mención aparte merece el aeropuerto de Zaragoza con la reciente adjudicación de la plataforma de estacionamiento de aviones y el saneamiento de las calles de rodaje, imprescindibles para el imparable crecimiento en el tráfico de carga. Ambas obras se han contratado por 11,9 millones.

Mientras, las licitaciones se limitan por el momento a la renovación comprometida del ferrocarril de Teruel, a los proyectos de la vía del Canfranc y a otras dos reivindicaciones viarias demandadas desde hace años: la variante de Alcorisa y la mejora de la N-260 entre el congosto del Ventamillo y Campo.

Otra cosa muy distinta es la marcha de las obras en curso, como el desdoblamiento de la carretera de Logroño. A la vuelta del verano solo se habían ejecutado 5,85 de los 39,8 millones incluidos en las cuentas, como reconoció el Gobierno a la senadora aragonesista Rosa Santos hace dos semanas. De hecho, el Ejecutivo no ha cumplido ni de lejos la exigencia de Lambán de que se ejecutara todas las inversiones para Aragón de 2018.

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