Ruta desde Abizanda por el Sobrarbe más desconocido

Recorrido por uno de los espacios sobrarbenses más desconocidos, la sierra d’Arbe, topónimo que le confiere el nombre a la comarca y que limita el Pirineo y la depresión del Ebro. En las faldas de la sierra d’Arbe se encuentran pequeños pueblos como Abizanda y Olsón, y ermitas como las de San Beturián, donde cada 12 de enero se celebra la romería de los langostos, y San Benito, unidas ambas por caminos vecinales de herradura.

Vista de Abizanda, en el Sobrarbe, punto de partida de nuestra ruta.
Vista de Abizanda, en el Sobrarbe, punto de partida de nuestra ruta.
Laura Uranga

La ruta arranca desde la plaza de Abizanda (625 m), donde sobresale su famosa torre defensiva, construida en el siglo XI y que se eleva hasta los 30 m de altura. En la plaza Mayor encontramos el primer referente de la excursión, un poste del GR 1.1. De las tres opciones que propone llevamos a cabo la que señala hacia la ermita de San Victorián-Olsón.

A 100 m de este lugar se encuentra el pozo árabe (aquí surge la posibilidad de desviarse a la cueva de Vichicanera). Tras superarlo, seguimos las marcas del GR durante aproximadamente 5 min, hasta dar con el inicio del PR-HU 159, que seguiremos, dejando el GR 1.1 que se dirige a Escanilla. La señalización lleva a cruzar la carretera A-2210, que comunica con Naval y el puerto del Pino, cruce donde debemos de tener cuidado hasta retomar la pista al otro lado.

A partir de este lugar, nos adentramos en la sierra d’Arbe, que queda a nuestra izquierda, y por donde va a discurrir la ruta. Su nombre tiene mucho que ver con la comarca de Sobrarbe, pues una versión dice que este viene de ‘sobre Arbe’, ‘lo que queda por encima de la sierra d’Arbe’.

Dentro de todo ese cordón de bosques, collados y cerros, se encuentran las ermitas que luego visitaremos y, mientras nos aproximamos, vemos restos de antiguos corrales.

La pista finaliza y enseguida seguimos por una senda, junto al barranco Moliniecho. Lo cruzamos sin dificultad y ascendemos entre pinos, sabinas, enebros y bojes, saliendo al encuentro diversos pies temáticos de flora y fauna. Frente a nosotros se levanta este espacio montano y a nuestras espaldas, el Turbón. Las subidas y repechos se alternan, pero como tenemos diversos puntos de interés, podemos ir parando de vez en cuando.

San Beturián

Remontamos el barranco Balata y nos situamos ya cerca de la ermita de San Beturián de Abizanda, adonde se llega tras superar un nuevo repecho. La aproximación a San Beturián (876 m; 4 km; 1 h 25 min) se hace a través de una pista rodada. Cada 12 de enero (o en su defecto el domingo más cercano a esta fecha), se sube a la ermita, lugar donde se cuenta que se apareció el santo, para celebrar la romería de los langostos. En ella tiene lugar un rito ancestral, casi mágico, donde los protagonistas son estos pequeños insectos.

Detrás de la ermita, nos situamos ante un mirador desde donde se obtienen majestuosas panorámicas de la comarca de Sobrarbe, hacia el embalse de Mediano, Peña Montañesa, al Castiello Mayor o las Tres Serols.

Regresamos al cruce anterior y continuamos por el PR. Por delante tenemos un sendero perfectamente marcado que desciende hasta el barranco A Termal, que cruzamos sin problema. A partir de aquí enlazamos tramos de subida con otros llanos y siempre entre un bosque que resguarda temporalmente del sol y oferta bellos rincones.

Al finalizar esta masa boscosa alcanzamos las ruinas del mesón d’a Sierra (930 m; 6,5 km; 2 h 15 min), ubicadas en la divisoria de la sierra d’Arbe. Al norte se extiende Sobrarbe y hacia el sur el Somontano de Barbastro. Estos restos se mantienen junto a la antigua cañada real que conectaba la tierra baja con los valles pirenaicos del Alto Cinca, como Puértolas, Gistaín o Bielsa.

Gran parte de los parajes extendidos al sur (a nuestra izquierda) pertenecen al término municipal de Naval, en el Somontano, localidad famosa por su cerámica. El cambio de vertiente (cara sur) muestra una inmensa mancha de carrascas, un paisaje mediterráneo propio de su ubicación en la solana. La zona norte que hemos recorrido estaba capitaneada por pinos, principalmente, nada que ver con esta nueva panorámica.

San Benito

La pista en ascenso suave lleva hasta una bifurcación que plantea un ligero desvío. Apenas 300 m separan este cruce de la ermita de San Benito (1.075 m; 8,3 km; 2 h 50 min). Este santuario del siglo XVI se sitúa en el punto más elevado de la sierra, lugar con unas impresionantes vistas hacia el Biello Sobrarbe. Hasta este lugar acuden en romería cada 21 de marzo, o en su defecto el fin de semana más próximo, las gentes de Olsón.

De vuelta al desvío hay que caminar durante unos minutos por la pista hasta el collado de la Buchera (1.035 m). A partir de aquí, se coge el camino tradicional y el PR-HU 159 desciende hasta Olsón. El sendero desciende de manera pronunciada trazando innumerables y cortas curvas que conducen hasta el fondo del barranco, donde se encuentra el manantial de la Fuenfría.

A partir de este lugar el camino pierde altura suavemente y se adapta a la ladera. Siguiendo por él atravesamos pequeños barrancos, alternando tramos de bosque con otros cubiertos de vegetación xerófila: aliagas, romeros y gayuba, principalmente. Tras contornear la cabecera del barranco A Ruba (donde empezamos a ver un bonito relieve de areniscas), la senda alcanza una plataforma rocosa donde resisten las ruinas de los corrales de San Jorge.

Siguiendo el descenso, tomaremos una pista que nos lleva hasta Olsón (692 m; 13,1 km; 4 h 25 min). La localidad es uno de los pueblos más interesantes de la zona, con buenos ejemplos de arquitectura popular (chimeneas troncocónicas con espantabrujas, puertas dovelas y soportales o pasadizos, así como un molino de aceite con todos los elementos). Presidiendo y dominando todo el conjunto, el edificio de la iglesia parroquial de Santa Eulalia, conocida popularmente como la catedral de Sobrarbe, un magnífico templo del siglo XIV.

DATOS ÚTILES

Horario: 4 h 25 min.

Desnivel de subida: 550 m.

Desnivel de bajada: 505 m.

Distancia: 13 km.

Tipo de recorrido: travesía.

Lectura recomendada: Prames, ’20 itinerarios por Sobrarbe mítico y legendario’, 2011.

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