Una cuarta parte de los municipios aragoneses ganó población el año pasado

Aragón pierde habitantes, pero algunas localidades ganan población con el aumento de nacimientos o la llegada de nuevos vecinos.

Vista de Albalate del Arzobispo, una de las localidades que más creció en Teruel el año pasado.
Vista de Albalate del Arzobispo, una de las localidades que más creció en Teruel el año pasado.
Laura Uranga

La despoblación crece cada año en la comunidad aragonesa, pero algunas localidades viven la tendencia contraria por el aumento de nacimientos o la llegada de nuevos vecinos, extranjeros o españoles. En 2018, una cuarta parte de los municipios (216 en total) ganaron población. En algunos fueron apenas dos o tres vecinos más, mientras que en otros el incremento de población fue más significativo (como La Muela, Cuarte de Huerva, Binéfar, Boltaña, Valderrobres o Albalate del Arzobispo, por ejemplo).

Según los datos oficiales del padrón municipal publicados por el INE hace unos días, Aragón tiene 1.308.728 habitantes, 22 menos que en 2017. La provincia de Zaragoza ganó habitantes (1.325 en 2018), pero Huesca y Teruel, especialmente, perdieron población (357 y 990 habitantes menos respectivamente), por lo que el saldo final de la comunidad es negativo.

Las tres capitales ganaron población el año pasado: 1.942 empadronados más en Zaragoza, 240 en Huesca y 207 en Teruel. Del resto de municipios que incrementaron su censo, gran parte están en el entorno metropolitano de Zaragoza (El Burgo, Cadrete, Cuarte de Huerva, Alagón). También destaca el aumento de población en localidades turísticas, como Benasque, Boltaña o Valderrobres. Y en zonas con nuevos proyectos empresariales, como Binéfar, que está viviendo un repunte demográfico vinculado al crecimiento de la industria cárnica.

El tirón de Zaragoza

En la provincia de Zaragoza, del total de 298 municipios, 83 ganaron población. Los diez que más crecieron en términos absolutos fueron Zaragoza, La Muela, Cuarte de Huerva, La Almunia, Cadrete, Zuera, Alagón, La Puebla de Alfindén, Pinseque y San Mateo de Gállego. En términos porcentuales destacan algunos pueblos pequeños, como Talamantes, que incrementó su población un 17% o Atea (un 8%).

Cuarte de Huerva es uno de los municipios más jóvenes de España y donde más ha crecido la población en la última década. Según los últimos datos del INE, tiene 13.055 vecinos empadronados, 193 más que el año anterior y más del doble que hace diez años. "Estamos cerca de Zaragoza y damos muy buenos servicios. Tenemos guardería pública para todos los niños de 0 a 3 años del municipio, servicio de autobuses con Zaragoza cada media hora, contamos con muy buenas instalaciones deportivas y casi 5.000 chavales federados", destaca su alcalde, Jesús Pérez.

El ejemplo de Binéfar

Binéfar estrenará este año un colegio y un centro de salud para dar servicio al aumento de población que se prevé con la puesta en marcha de un nuevo macromatadero. Binéfar y la comarca de la Litera son el ejemplo más visible del incremento de población en la provincia de Huesca.

El año pasado, 69 municipios oscenses ganaron población. Los diez que encabezan la lista son Huesca, Binéfar, Alcolea de Cinca, Boltaña, Barbastro, Benasque, Castiello de Jaca, Monflorite, Lanaja y Tamarite de Litera.

Casos contracorriente en Teruel

La provincia de Teruel va camino de convertirse en un desierto demográfico. Es la provincia aragonesa que más población pierde y más sufre el envejecimiento. Destaca la situación de las cuencas mineras, muy afectadas por el próximo cierre de la central térmica de Andorra. De hecho, Andorra lleva años perdiendo población y este descenso continuó el año pasado: 50 habitantes menos. En una década ha perdido el 8,5% de su población, pasando de 8.290 a 7.633 vecinos. Otros municipios de la zona también sufren especialmente la despoblación, como Alcorisa (37 vecinos menos el año pasado), Escucha (28 empadronados menos), Ariño (25 menos) o Alloza (12 menos). Ariño ha perdido una cuarte parte de su población en una década.

En el otro extremo, 64 municipios turolenses ganaron población el año pasado, por la llegada de inmigrantes o de españoles procedentes de otras zonas y el aumento de nacimientos en algunos casos. Las diez localidades que más crecieron fueron Teruel, Valderrobres, Albalate del Arzobispo, Híjar, Cedrillas, Castelnou, Aliaga, Sarrión, Bezas y Villafranca del Campo.

En los últimos años destaca el crecimiento de Sarrión, donde el cultivo de la trufa y la actividad de otras empresas ha ayudado a fijar población. De hecho ha habido que ampliar la escuela por el aumento del número de niños. También sobresale la zona del Matarraña, donde varias localidades aumentaron su población el año pasado, como Valderrobres, La Fresneda, Lledó o Torre del Compte.

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