Solo Benasque se salva de la caída de la ocupación en el Pirineo el puente de Reyes

Los valles del Aragón y de Tena se resienten de la falta de nieve y esta fiesta es tradicionalmente mala para las casas rurales. No están llenas ni el 40% de las plazas.

Esquiadores en la estación de esquí de Cerler el pasado 2 de enero.
Esquiadores en la estación de esquí de Cerler el pasado 2 de enero.
R. D. N.

Tradicionalmente la festividad de Reyes se suele disfrutar en familia y le sigue la vuelta al cole de los pequeñas de la casa. Además, solo cuatro estaciones están abiertas para recibir a los Reyes Magos esquiando: Cerler (47 kilómetros), Astún (14), Formigal (10) y Valdelinares (6). Estos dos factores se han conjugado para que los valles del Aragón y de Tena vivan un tramo final de las fiestas navideñas con una ocupación hotelera que oscila entre el 30% y el 40%. La excepción es el valle de Benasque, donde hasta ayer se rozaba el lleno gracias a la oferta esquiable de Aramón Cerler y del espacio nórdico de Llanos del Hospital para, a partir de hoy, empezar a registrar un descenso de clientes.

«La gente que estas navidades ha venido por primera vez a la zona se ha marchado contenta y con una buena impresión. Hasta hoy (por ayer) hemos estado prácticamente al 100% y el sábado ya se marcharán un 30% de los visitantes y las salidas continuarán el domingo», resumió ayer José María Ciria, presidente de la Asociación Turística del Valle de Benasque. «Lo importante ahora es que nieve de forma generalizada y siga haciendo frío para poder fabricar y mantener su calidad», aseguró.

Un deseo que comparten sus homólogos de los valles del Aragón y de Tena. «Los establecimientos hoteleros no van a llenar ni el 40% de sus plazas. Si se mantiene una cierta animación en la restauración es gracias a la segunda residencia, que también se está resintiendo», lamentó ayer Luis Terrén, alcalde de Villanúa y presidente de la asociación turística del Aragón. «En el conjunto de la Navidad hemos estado al 60%, muy por debajo de otros años, y este puente de Reyes escasamente superaremos el 30%», estimó Sandra Lecina, gerente de la agrupación turística del valle tensino.

La repercusión negativa en el empleo es otro perjuicio a tener en cuenta. Según calcula Terrén, en la comarca de la Jacetania puede haber alrededor de 400 personas que «aún no han enganchado» entre «parte de las plantillas de Candanchú y Astún, las escuelas de esquí, los pequeños autónomos vinculados a actividades invernales y los refuerzos de hostelería que no se han contratado porque no hay gente», explicó.

Turismo rural, entre 33% y 40%

Tras prácticamente colgar el cartel de completo en Nochevieja, las casas de turismo rural están acostumbradas a unos Reyes Magos «muy tranquilos» y con un nivel de ocupación «incluso por debajo? del de cualquier otro fin de semana de invierno», apuntó Jesús Marco, presidente de la Asociación de Turismo Rural de Aragón (Faratur). «Son unos días que no tienen tirón, incluso cuando el lunes es festivo en algunas comunidades autónomas, como ocurre este año. Estaremos en una media del 33%», apuntó. En los valles pirenaicos se roza el 40%.

Mientras, en la capital aragonesa, según los datos que maneja la Asociación Profesional de Empresarios de Hoteles y Restaurantes (Horeca), las fiestas navideñas se despiden con una ocupación hotelera del 67% entre las noches del viernes y el domingo. Uno de cada cuatro viajeros es extranjero, principalmente franceses e ingleses, y la clientela nacional se nutre de los propios aragoneses, catalanes y madrileños. Para Marcos Martínez, miembro de la ejecutiva de Horeca, la asignatura pendiente de Zaragoza sigue siendo encontrar «un evento o una actividad» atractiva que se pueda promocionar y atraiga público.

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