Los dos hospitales más grandes de Aragón, Miguel Servet y Clínico de Zaragoza, atendieron la madrugada del 1 de enero más de un centenar de urgencias. Una jornada que, según algunas fuentes consultadas, fue similar a la de otros años. Hubo pocas asistencias por intoxicaciones etílicas, pero sí varias por agresiones o peleas registradas durante la noche, aunque la mayoría de lesiones fueron de poca importancia.

Según datos facilitados por el Departamento de Sanidad, el hospital Clínico contabilizó 57 atenciones desde la medianoche del 31 hasta las 8.00 del día 1. Mientras el Servet acumuló unas 60. Las mismas fuentes destacaron que las atenciones fueron las habituales de otras nocheviejas o incluso de un fin de semana.

A las intoxicaciones etílicas se unieron siete consultas en cada centro por lesiones causadas por agresiones o trifulcas, también "normales durante algunas noches de los viernes o los sábados". Algunas de las curas más frecuentes fueron, por ejemplo, fracturas nasales leves. "A estas atenciones se sumaron las normales en los servicios de urgencias, como ictus, infartos...", explicó el coordinador de Urgencias del Miguel Servet, Javier Povar.

El responsable de este servicio hizo hincapié en la "normalidad" durante esa jornada. No obstante, agradeció el "esfuerzo" y el trabajo de los profesionales que trabajan en días festivos tan especiales como los de Navidad.

En las Urgencias del Miguel Servet de Zaragoza, trabajaron la madrugada del pasado 1 de enero 16 facultativos (sin tener en cuenta el resto de la plantilla también necesaria para garantizar la atención).

Povar recordó que las Urgencias son uno de los pocos servicios donde los turnos de trabajo no pueden variarse y se mantienen constantes durante todo el año, ya que "es difícil predecir cuándo aumentará la demanda". "Es una de las peculiaridades de este servicio. No se hace un refuerzo extra esas noches, porque los picos pueden registrarse en cualquier momento", destacó el coordinador.

Balance de Urgencias

De momento, ayer, las Urgencias de este hospital estaban relativamente tranquilas, aunque "trabajo no nos falta", reconoció Povar. Hasta noviembre, a falta de sumar las asistencias de diciembre, el servicio de Urgencias del hospital Miguel Servet había registrado 185.000 atenciones. La previsión es que termine el año con un número similar al de 2017, que se cerró con 203.000 (en 2016 se quedaron en 199.000).

Pero, ¿por qué se saturan las Urgencias? La causa más habitual es la falta de camas libres para poder ingresar a los pacientes. Por ello, en los últimos años, los responsables sanitarios han optado por reducir el número de habitaciones que se cierran en los periodos vacacionales (durante los meses de verano o las tres semanas de Navidad).

Hasta el 8 de enero, los hospitales aragoneses han dejado inoperativas al menos 244 camas. Esta cifra está muy lejos de las más de 400 que se dejaron inoperativas en 2013. Esa Navidad, el Miguel Servet cerró 200 y el Clínico, más de 100.