Las listas de espera reales

En la sanidad pública aragonesa, las listas de espera no están disminuyendo.

Fachada de uno de los grandes hospitales públicos aragoneses.
Fachada de uno de los grandes hospitales públicos aragoneses.
Noelia San José

El discurso oficial socialista nos había hecho interiorizar que los recortes de los servicios públicos eran pura y dura herencia del PP, y que con el PSOE en el poder prestaciones esenciales como la sanidad y la educación se estaban recuperando. En Aragón es cierto que las plantillas sanitarias y docentes se han reforzado estos años, aunque a costa de subidas fiscales con las que tampoco se ha conseguido contener el déficit y la deuda. Al contrario, somos una de las comunidades con mayores números rojos, auténtico lastre inversor y para el desarrollo. Subsiste otra pregunta y es si ese esfuerzo económico ha tenido su correspondiente retorno social, si se ha traducido en una mejora de la eficacia y la eficiencia de los servicios. La respuesta es demoledora: no. Las listas de espera en las especialidades médicas han aumentado y están también a la cabeza de España, según el propio Ministerio de Sanidad. Las quirúrgicas se mantienen estables, pese a que se está gastando mucho dinero en peonadas y en conciertos con prisas electorales. Al final, tal vez se consiga maquillar algo las cifras, pero ni aun así ocultarán otra realidad de la que casi nadie -menos el discurso oficial- habla. Las revisiones, las complicaciones, los reingresos y hasta las reintervenciones vuelven muchas veces a la red pública, en una espiral de gasto y afecciones para su buen funcionamiento.