El director del Instituto Aragonés de Fomento (IAF), Ramón Tejedor, confirmó ayer en la Comisión de Economía de las Cortes que el Gobierno de Aragón primará en la concesión de ayudas a las empresas que se instalen y creen empleo en las cuencas mineras, fórmula con la que se pretende paliar las graves consecuencias socioeconómicas del cierre de la central térmica de Andorra en 2020. Las convocatorias que se guíen por procedimientos de concurrencia competitiva, explicó Tejedor, "introducirán en adelante criterios de discriminación positiva que premiarán a estos proyectos a la hora de evaluarlos y calificarlos".

El Ejecutivo autonómico, aseguró, instará al central a hacer lo propio con las ayudas del Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón. "Vamos a pedir un trato preferente", adelantó.

Tejedor confirmó el interés de varias empresas por instalarse en el territorio. La primera, como ya se había anunciado, será Toro Gips, una compañía centrada en la fabricación de derivados del yeso que recalará en Albalate del Arzobispo y creará en torno a 35 puestos de trabajo. "Hay otras del ámbito agroalimentario que han pedido discreción y que podrían cuajar en las próximas semanas o meses", aseveró.

Anunció, a este respecto, que el IAF abrirá de manera "inminente" una línea de 3,7 millones de euros para infraestructuras municipales en los municipios conocidos como "muy mineros" que fomenten la industrialización y el establecimiento de nuevas iniciativas de sectores "de

todo tipo". A esto, añadió, hay que sumar otros 1,5 millones para aquellas empresas que quieran llevar a cabo iniciativas innovadoras de I+D+i. "El carbón tiene muchas perspectivas. Puede tener otros usos de carácter industrial para producir fertilizantes, etc. Hay trabajos de la Universidad de Zaragoza que podrían terminar cuajando en una iniciativa empresarial", señaló.

El Gobierno de Aragón tiene intención de articular un Plan Estratégico para el Desarrollo Alternativo de las Cuencas Mineras que incluya sus líneas de acción. Lo importante, recalcó Tejedor, es resolver problemas como el de la A-68 y la fibra óptica, ya que si no se logra reconstruir el tejido socioeconómico de la comarca, el cierre tendrá "unas implicaciones demográficas serias".

Durante su comparecencia, solicitada por Podemos, fue ayer especialmente crítico con Endesa. "Durante la reunión no dijo nada, no presentó ningún documento. Me consta que los gobiernos de Aragón, Asturias y Castilla y León van a trabajar juntos para exigir los correspondientes planes de acompañamiento", afirmó.

El director del IAF aseguró ver la botella medio llena, ya que "hay talento y una ubicación estratégica satisfactoria si se mejoran las comunicaciones", e instó a los grupos a trabajar en conjunto por el "común denominador" que son las cuencas mineras.

"Pedimos a Lambán que no reble"

La delicada situación de la térmica obliga a la DGA a "no reblar y plantar cara a Endesa". Así lo cree Román Sierra, diputado de Podemos, partido que ayer solicitó la comparecencia de Tejedor en las Cortes. En su opinión, la transición habría sido "más justa" si se hubiese comenzado a trabajar a principios de legislatura. La reciente visita de la ministra para la Transición Ecológica también generó debate.

Para Dolores Serrat (PP), Ribera acudió a Zaragoza "a intentar quedar bien y ganar tiempo". A su entender, la transición es ya "una obligación y no una opción", aunque el PP apuesta por mantener el carbón dentro del mix energético mientras no haya alternativas. El PSOE, por su parte, prefirió hablar de la "inacción" del Gobierno de Rajoy. Hizo, pese a todo, un llamamiento a la unidad. "Aunque las decisiones se tomen lejos, tendrá resultados", afirmó la diputada socialista Julia Vicente.

Berta Zapater (PAR) subrayó que Ribera "no convenció" y Javier Martínez, de Cs, cargó las tintas contra Podemos "por no hacer nada en cuatro años". Patricia Luquin (Grupo Mixto) criticó que Endesa esté actuando "con soberbia"