Aragón continúa perdiendo sus bares. Esta es la conclusión que se desprende del Anuario de la Hostelería de España, presentado por la Federación de Hostelería de España. En la actualidad, según los últimos datos del INE, la Comunidad aragonesa cuenta con 5.408 establecimientos de bebidas, 363 locales menos que en 2010, cuando se inició la crisis, lo que supone un decrecimiento de un -6,3%. Unos datos que se ven justificados por la despoblación que sufre la región.

Anuncios que buscan familias que regenten los bares son noticia de forma habitual en los medios de comunicación y es que los pueblos que tienen menor población suelen tener problemas para que se produzcan relevos, cuando, por ejemplo, se jubilan los dueños. Estos, tras el cierre de escuelas y tiendas, tienen un papel primordial en el medio rural, ya que son el único lugar de encuentro con el que cuentan los habitantes. “Debemos abordar el reto de superar la dificultad de captación de personal cualificado en zonas rurales”, apunta Luis Vaquer, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería de Zaragoza HORECA, en el Anuario de la Hostelería de España. Para ello, señala a la oferta formativa como eje dinamizador para satisfacer dicha demanda.

Debido a este retroceso de los locales de bebidas, la restauración cae un 1,9% respecto a 2010. Y es que a pesar del auge que están sufriendo tanto los establecimientos de comida como los de comida rápida, un 7,6% cada uno de los subsectores respecto a 2010, con 1.820 establecimientos, el primero, y 288, el segundo, no se consigue amortiguar el descenso de los bares, al representar estos casi el 71% de todos los establecimientos (7.516).

Al analizar los datos por provincias se hace notar que las provincias de Huesca y Teruel son las que más han sufrido con la crisis, ya que ambas presentan los retrocesos más notables, concretamente del 4,8% en el total de locales de restauración. En la actualidad, tienen 1.490 y 922 establecimientos, respectivamente. Mientras que la de Zaragoza se encuentra en términos de estabilidad, con 5.104. Esto tiene su explicación en que no solo la despoblación tiene cabida en la supervivencia del negocio, sino que el hecho de que las grandes ciudades cuenten con una mayor competencia puede dificultar la longevidad de estos establecimientos, que tienen que hacer frente a las cadenas y franquicias.

Los alojamientos crecen

Por otro lado, el Anuario de Hostelería también da cuenta del auge que están sufriendo los alojamientos turísticos tanto en Huesca como en Teruel. El aumento del turismo rural no solo ha propiciado que, a pesar de la crisis sufrida, cada puente ambas provincias hayan colgado el cartel de 100% de ocupación, sino que ha hecho que proliferen nuevos negocios como cámpines y aparcamientos para caravanas (que han aumentado un 16%) o nuevos alojamientos turísticos (26% más, respecto a 2010).

El turismo de montaña ha alzado a Huesca como la provincia con más alojamientos: 523, concretamente, un 9,9% más, si se compara con los números de 2010. Zaragoza, gracias a su capital, se sitúa en segunda posición con 307 alojamientos. En cambio, Teruel, con 275, se anota el mayor crecimiento (17,5%) debido al creciente interés que la zona está teniendo para los turistas.

De esta forma, todo el sector hotelero (alojamientos y restauración)  da empleo a 30.400 personas, factura 2.910 millones de euros y representa el 5,5% de la riqueza de la región.