Sijena, el triunfo de la Justicia

El primer aniversario de la vuelta a Sijena de las obras retenidas en el Museo de Lérida se celebró ayer en un clima de crispación generado desde las instituciones de Cataluña bajo control de los partidos independentistas. A los secesionistas les cuesta acatar las leyes, trabajar en beneficio del bien común y respetar la buena convivencia que ha reinado tradicionalmente entre Aragón y Cataluña.

Acierta el presidente Lambán cuando asegura que la resolución del conflicto de los bienes debe entenderse como un triunfo del Estado de Derecho. Efectivamente, ahora que aún estamos celebrando el 40 aniversario de la Constitución, los españoles hemos vuelto a valorar la ley fundamental como máxima protección de los ciudadanos frente a las arbitrariedades del poder. Gobiernan las leyes y no los hombres. Por eso fue la intervención de la Justicia, y bajo la protección de la Guardia Civil, la que consiguió que regresasen al Monasterio de Sijena, casi medio siglo después de su salida irregular, un conjunto de bienes retenidos en Cataluña.

La Generalitat, sin embargo, sigue mostrándose abiertamente hostil a las justas reclamaciones de Aragón. Además de volver a criticar el cumplimiento de la sentencia, pone en duda el trabajo de los aragoneses en proteger su patrimonio. La consejera de Cultura afirmó ayer que «no tiene ninguna garantía» sobre el estado de los bienes, como si ella tuviera que tenerlas. Además, defendió una «objeción de conciencia artística» si un tribunal falla a favor de trasladar las pinturas murales románicas de Sijena, exhibidas en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. A pesar de esta actitud mezquina, Aragón desea una relación fluida, leal y fructífera para las dos partes. Y como se articula en torno a la legalidad, debe seguir perseverando en la vía de la Justicia para recuperar otras porciones significativas de su patrimonio histórico trasladadas irregularmente a Cataluña.