La mitad de las 44 obras del monasterio de Sijena volvieron de Lérida en mal estado

El Consejo de Gobierno se celebra hoy de forma extraordinaria en la sala capitular para conmemorar el primer aniversario de la recuperación de las piezas.

Visita de autoridades a Sijena al día siguiente de la llegada de las obras.
Visita de autoridades a Sijena al día siguiente de la llegada de las obras.
Verónica Lacasa

El Museo de Lérida entregó en mal estado de conservación prácticamente la mitad de las 44 obras de Sijena que fueron recuperadas por orden judicial hace justo un año, el 11 de diciembre de 2017, tras una compleja operación que contó con el auxilio de la fuerza pública y que fue consecuencia de los reiterados incumplimientos de la Generalitat de Cataluña.

La fecha será recordada este martes en Aragón. De hecho, el Consejo de Gobierno, que será de carácter extraordinario, se celebrará en el monasterio de Sijena. Antes, el presidente del Ejecutivo aragonés, Javier Lambán, mantendrá un encuentro con el alcalde del municipio monegrino, Alfonso Salillas. El acto servirá para conmemorar una jornada histórica, llena de emociones, que acabó con un largo proceso judicial y que permitió la vuelta a casa de parte del patrimonio expoliado.

La sesión del Consejo de Gobierno tendrá lugar en la sala capitular, que está situada justo al lado de los antiguos dormitorios, donde se exhiben algunas de los 95 obras recuperadas. En concreto, se muestran 31, 20 de las llegadas desde el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y 11 de las procedentes del Museo de Lérida. El resto están en mal estado de conservación y por ello se mantienen protegidas, fuera del alcance del público, a la espera de su restauración, que no puede acometerse hasta que la sentencia judicial de devolución sea firme. Resta por resolverse un último recurso, que fue elevado por los letrados catalanes al Tribunal Supremo, donde todavía está pendiente de ser admitido.

Humedades y roturas

De las 44 obras procedentes del Museo de Lérida, los lienzos son los que peor estado de conservación ofrecen, como varios de los dedicados a la vida de David, del siglo XVIII, que presentan parches, humedades y roturas. También se encuentra en un estado muy delicado uno de los fragmentos del retablo de la Infancia de Jesús, que está prácticamente transformado en yeso, con una superficie muy fisurada y disgregada. La escultura, que es obra de Gabriel Joly, llegó sucia y con huellas de golpes. De igual modo, ofrecen un mal estado de conservación los cuadros de la Crucifixión o Martirio de San Pedro, Santa Rosa de Lima y Santa Gertrudis.

Frente a ello, hay otras piezas en buen estado, entre ellas, las más valiosas: las tres cajas sepulcrales de las prioras de Sijena, del siglo XV, que pertenecieron a sor Isabel de Aragón, sor Francisquina d’Erill y Castro y sor Beatriz de Cornel. Solo esta última presenta algunas deficiencias, entre ellas, falta la tapa trasera de la parte superior y además las capas de policromía sufren algunos problemas de adherencia.

Los 95 bienes recuperados salieron del cenobio aragonés de forma ilegal en el año 1970. La sentencia del juzgado número 1 de Huesca declaró nulas sus operaciones de compraventa, en los años 1983, 1992 y 1994, al comprobarse que incumplieron las normas de patrimonio aplicables, fueron realizadas por una religiosa sin potestad y además rompieron la indivisibilidad del conjunto, declarado Monumento Nacional. El fallo, que fue emitido en abril de 2015, fue ratificado dos años y medio después por la Audiencia Provincial de Huesca, lo que reactivó el proceso, logrando la entrega de las 44 obras que seguían retenidas en Lérida. Las otras 51 ya habían sido entregadas en julio de 2016.

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