“Desbordadas”. Así aseguran estar las bodegas de cava aragonesas pertenecientes a la denominación de origen debido a que los pedidos no paran de crecer. El conflicto catalán que conllevó un boicot por parte de los consumidores a los productos de dicha región ha provocado que en los últimos seis años la venta de las bodegas aragonesas se hayan disparado. De las 700.000 botellas que se comercializaban en 2012 se ha pasado a más de 1.200.000 unidades en este año. Es por este motivo, por el que el sector del cava aragonés perteneciente a la denominación de origen (se encuentran protegidas las localidades de Ainzón, Cariñena y Calatayud) asegura que es la calidad del producto lo que ha afianzado las ventas.

“Este año la campaña está siendo increíble, superior a la del año pasado y eso que ya la considerábamos histórica”, aseguran desde Bodegas Langa. Esta bodega, que se encuentra en Calatayud, produjo el año pasado 500.000 botellas, lo que no solo la alza como la que mayor producción tiene de Aragón, sino como referencia para hacer notar el crecimiento del cava aragonés, que se ha potenciado a su vez por el aumento de las campañas de publicidad.

“La comercialización de nuestro cava se ha revertido, antes nuestro principal mercado era el exterior, ahora el nacional llega a copar un 60% de nuestras ventas”. Así, ante panorama de creciente demanda, en el que esperan volver a colgar el cartel de ‘agotado’, como ya lo harían en la campaña de Navidad pasada, dichas bodegas han decidido aumentar su producción, concretamente un 15%, que se harán notar en la temporada que viene debido al proceso de fermentación que necesita.

“La campaña de Navidad ahora se concentra en los meses de noviembre y diciembre”, apuntan desde Bodegas Bordejé, en Ainzón. “Antes la temporada de fuerte demanda empezaba en septiembre, tras el verano, en cambio, en la actualidad, el grueso de las ventas se produce en los días previos”. Este cambio de tendencia no solo tiene su explicación en un cambio por parte del consumidor, sino que el hecho de que ahora las ventas se produzcan en el ámbito nacional lo ha intensificado.

Un sello premium para aumentar el “prestigio”

A pesar de que las ventas del sector del cava aragonés no paran de crecer, la estimación de estas en el cómputo general de la denominación de origen del cava, que abarca todo el territorio nacional y en el que en la actualidad están adheridos 6.700 viticultores lo que suponen 38.000 hectáreas y 388 bodegas, no augura un buen desenlace, ya que en septiembre acumulaban una caída del 5%. En 2017, se vendieron 252 millones de botellas, un dato que desde la denominación esperan mantener. Ante este panorama, el presidente de la Denominación de Origen Cava, Javier Pagés, adelantó a Efe que se está estudiando lanzar un sello premium que distinga a los cavas de más calidad. Un anuncio que los bodegueros aragoneses han recibido con halagos. “Es una buena noticia, todo lo que sea dar valor al producto es bien acogido”, apuntan desde Langa. “Aumentar la información en una etiqueta es imprescindible para que el consumidor sepa diferenciar y valorar nuestro producto”.

Desde Bordejé aunque muy a favor de no solo dar una mayor información al consumidor, sino de aumentar el prestigio del cava, apuntan que “al champán se le gana con calidad”.