Uno de cada cinco herederos de Aragón tendrán pleno respaldo legal para demorar el pago del impuesto de Sucesiones hasta que no reciban los bienes de forma efectiva. Las Cortes de Aragón aprobarán este jueves por unanimidad una proposición de ley, presentada por el PAR y transaccionada por PP y PSOE, para dar cobertura a la fiducia, de modo que se anulará la actual liquidación provisional del tributo en aquellas herencias acogidas a esta figura del Derecho Foral.

La iniciativa permitirá aplazar el pago en caso de que la persona fallecida haya designado en su testamento o mediante escritura pública a un fiduciario para administrar y repartir sus bienes. De este modo, los hijos y descendientes que no adquieren ni la plena ni la nuda propiedad, "solo la esperanza de heredar en el futuro", seguirán como están hasta que el reparto lo decida libremente la persona designada por el fallecido. En el 99% de los casos el fiduciario es el cónyuge.

Hasta ahora están obligados a pagar igualmente el impuesto de Sucesiones por unos bienes que no se han recibido. Con la iniciativa legislativa se anulará ese pago hasta que no se reciba la herencia de forma efectiva.

La coordinadora de la ponencia, la aragonesista Elena Allué, señala que con la fiducia "no se sabe quién heredará y qué cuota se heredará", de forma que "hay herencia, pero no herederos" hasta que lo decida el fiduciario. Con la reforma, solo se exigirá la documentación sobre qué bienes y derechos están por repartir entre los futuros herederos.

La diputada aragonesista apunta que con esta proposición de ley se cierra la reforma fiscal de Sucesiones, cuya rebaja sacaron adelante el PSOE y los partidos del centroderecha (PP, PAR y Ciudadanos) el pasado verano. Chunta pretendió incluir ya la fiducia en dicha reforma, pero los aragonesistas acordaron con los socialistas tramitarla mediante su iniciativa legislativa, que registraron a principios de año.

El decano del Colegio Notarial de Aragón, Dámaso Cruz, asegura que entre el 20% y el 30% de los testamentos de casados aragoneses se acogen a la fiducia y casi en su totalidad se nombran como fiducarios a los cónyuges. De la misma forma, el 90% de ellos acaba aceptando el derecho de usufructo, además de la administración de los bienes tras el fallecimiento de la pareja.

"Extraordinaria utilidad social"

Dámaso Cruz destacó que la fiducia tiene un "enorme arraigo" en Aragón que achaca a su "extraordinaria utilidad social", hasta el punto de que en el borrador de reforma del Código Civil se copia esta figura del Derecho Foral. "Contribuye enormemente a la paz familiar porque ningún hijo puede reclamar nada al cónyuge sobreviviente y este puede distribuir los bienes en función de las circunstancias de la familia", explicó.

El decano de los notarios señaló que muchos matrimonios quieren asegurarse de que sus hijos no los puedan echar de casa y disponer de los bienes tras el fallecimiento de uno de ellos, circunstancias a las que da plena cobertura la fiducia.