El Aeropuerto de Teruel y Biocurve han resultado ganadoras de la Fase Nacional del Premio QIA, una competición internacional anual de la que forman parte 18 países, cuyo objetivo es impulsar proyectos innovadores en las empresas y organizaciones, compararse, y dar reconocimiento local e internacional a los proyectos más innovadores, informa el Gobierno de Aragón en un comunicado.

Este Premio tiene ocho categorías y las organizaciones candidatas participan en primer término en un proceso nacional en el que son evaluadas por expertos de ANECA y evaluadores de CEX, Asociación de Centros de Excelencia de la que forma parte el Instituto Aragonés de Fomento - IAF.

Esta organización es desde 2017 miembro del Comité de Dirección de este Premio Internacional. En esta Fase Nacional, Aeropuerto de Teruel ha resultado ganadora en la Categoría de Innovaciones en el Sector Público y Biocurve en la Categoría de Innovaciones Responsables.

La entrega del Premio Nacional tendrá lugar el 27 de noviembre a las 12 en el Salón de Actos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Las organizaciones ganadoras en esta fase nacional pasan directamente a ser candidatas de la competición internacional, donde un jurado internacional formado por los países representados en el QIA vota y elige las candidaturas finalistas y ganadoras internacionales de cada categoría. La entrega de Premios tendrá lugar en el mes de febrero en Pekín.

El Aeropuerto de Teruel es el mayor centro de estacionamiento de aeronaves, plataforma aeroportuaria MRO e innovador de Europa, con capacidad para más de 250 aeronaves, dedicado al mantenimiento, reciclado, pruebas, escuela de vuelo, I+D, aviación, formación aeronáutica y prueba de motores cohetes.

La esencia de la innovación radica, indica el Ejecutivo en la nota, en como un aeropuerto sin pasajeros puede llegar a ser rentable, superando en ingresos de explotación a más de 20 aeropuertos de la red española y en sólo 6 años de vida.

Según el jurado, continúa la nota, se debe a la innovación llevada a cabo en la actividad del Aeropuerto destinado a una industria de la reconversión medioambiental aeronáutica con estacionamiento de larga estancia de grandes aeronaves, reciclado y mantenimiento especializado.

Por su parte, la empresa BioCurve, ubicada en el Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI Aragón), en Zaragoza, ha desarrollado la primera caldera que, sin equipos externos, aúna los beneficios medioambientales de la biomasa con el máximo rendimiento de la condensación, añade el comunicado