La climatología complica el inicio de la trashumancia otoñal

La nieve caída la pasada semana retrasó el inicio del camino en el puente de Todos los Santos, y las posteriores tormentas deterioraron varias vías pecuarias

Inicio de la trashumancia en la Sierra de Albarracín
Inicio de la trashumancia en la Sierra de Albarracín
Jorge Escudero

La climatología está complicando la labor de los ganaderos trashumantes de la provincia de Teruel. La nieve caída la pasada semana retrasó el inicio del camino en el puente de Todos los Santos, y las posteriores tormentas deterioraron varias vías pecuarias de la Comarca de la Sierra de Albarracín.

Desde allí, cada mes de noviembre parten unas 7.000 ovejas y más de 300 vacas en busca de los pastos de Sierra Morena. En Vilches y La Carolina (Jaén) pasarán el invierno tras recorrer 500 kilómetros en tres semanas. Una travesía que llevan repitiendo infinidad de décadas y este año se está desarrollando con más dificultades de las previstas.

“El 31 de octubre, los caminos estaban cubiertos de nieve y las 10 familias que hacen la trashumancia a pie tuvieron que esperar dos días con el ganado preparado. Fue una situación bastante tensa porque los animales son difíciles de controlar. Más aún teniendo en cuenta que hay muchas setas y las ovejas se desbocan”, explica Humildad Martínez, guía del Museo de la Trashumancia, y lamenta las “pésimas condiciones” en las que se encuentran determinadas zonas del territorio.

Las máquinas quitanieves no podían entrar a acondicionar los caminos y tuvo que acudir un agricultor de Frías de Albarracín. “Fue con un tractor con cuchillas y limpió los puntos afectados. Se portó muy bien porque sin su colaboración, los ganaderos no hubiesen podido emprender la ruta”, añade Martínez, y recuerda que hace dos otoños, en esta vereda, la llegada a tierras andaluzas se retrasó a causa de las lluvias. “Este año no ha llovido tanto, pero si sigue subiendo el nivel de algunos ríos tendrán que detenerse. Eso también retrasaría el proceso”, indica, coincidiendo con la opinión de sus hermanos Vidal e Ismael.

Los Martínez, ganaderos de Guadalaviar, están a punto de atravesar Cuenca y temen sufrir nuevos imprevistos. “En 23 días de trayecto, nos toca atravesar de todo. Pero esta vereda está siendo más difícil que otras. La administración debería preocuparse por facilitarnos las cosas, adecuando las sendas ganaderas. Hay tramos que están realmente mal”, comentan los hermanos, que van acompañados de alumnos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza.

“Hace varios años que vienen a fijarse y aprender cómo se lleva a cabo esta práctica milenaria. Es importante que la conozcan en primera persona porque, si los jóvenes no toman el relevo, acabará desapareciendo”, valoran los Martínez, firmes defensores de los valores de la trashumancia.

A pesar de la dureza del viaje, les sale rentable desplazarse a pie. El traslado del ganado en camiones les costaría alrededor de 8.000 euros. Una cifra que no están dispuestos a asumir. “Nos supone un esfuerzo personal importante, pero merece la pena. Mantenemos la ilusión de seguir una tradición que se realiza desde la Edad Media y, de paso, reducimos costes”, comentan los ganaderos turolenses, en su periplo hacia los encinares de Sierra Morena.

Allí, donde permanecerán hasta junio, las abundantes lluvias les garantizan forrajes generosos y frescos. Un botín natural para el rebaño. “Este año pinta mejor que el pasado, cuando la sequía condicionó mucho los pastos. A priori, esperan unos meses positivos. Esperamos que no haya sobresaltos con el clima”, concluyen.

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