Buena noticia

El Proyecto de Ley de Aprendizaje a lo largo de la vida adulta que ha comenzado a tramitarse en Aragón es una bocanada de aire fresco para aquellas personas con discapacidad que quieren seguir su formación.

La Ley de Aprendizaje a lo largo de la vida adulta permite que las personas con discapacidad sigan formándose.
La Ley de Aprendizaje a lo largo de la vida adulta permite que las personas con discapacidad sigan formándose.
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El pasado 18 de octubre las Cortes de Aragón aprobaron tramitar el Proyecto de Ley de Aprendizaje a lo largo de la vida adulta. Unos días antes, yo había contado en las redes sociales que mi sobrino había pronunciado por primera vez la palabra adulto, reconociéndose a sí mismo con ella. Daniel tiene diecinueve años. Y tiene parálisis cerebral.

Desde los cuatro años, asiste al Colegio Público de Educación Especial Ángel Riviere. Un centro magnífico. En principio, la escolarización de Daniel terminará cuando cumpla veintiún años. Lo previsto, por el momento, para él y sus colegas de la vida funcionalmente diversa es que luego acudan a un centro de terapia ocupacional o a un centro de día. Por eso, mi familia ha estado viendo ya algunos de ellos, todos óptimos según sus objetivos. Unos cuantos podrían ser adecuados para Daniel. Y ninguno lo es del todo. Daniel tiene tetraparesia espástica; no camina y no manipula con las manos. Su escasa inclinación por todo lo manual tampoco ha ayudado mucho. Hace años, no hablaba. Pero su enorme interés por cualquier conocimiento en sí respecto de casi cualquier cosa ha potenciado mucho su capacidad de comunicación. Y viceversa.

El Proyecto de ley incluye la posibilidad de seguir en el sistema educativo para las personas adultas con discapacidad. En mi familia casi lloramos. De alegría. Porque así Daniel y sus jóvenes colegas podrán, como cualquiera a su edad, optar también por continuar su formación académica, según sus diversas capacidades.

Luisa Miñana es narradora y poeta.