Los colores del otoño, las tradiciones y el sol llenan el Pirineo en el puente de Todos los Santos

La demanda de reservas obligó a ampliar horarios en la Cueva de Las Güixas en Villanúa, donde la alfuencia turística ha sido excepional.

Los participantes en la visita teatralizada se dirigen hacia la Cueva de Las Güixas.
Los participantes en la visita teatralizada se dirigen hacia la Cueva de Las Güixas.
Pablo Segura

Las previsiones se han cumplido y el puente de Todos los Santos ha llenado de visitantes el Pirineo y otras localidades de la provincia en unas fechas en las que los colores del otoño y las tradiciones locales suponen un gran atractivo para miles de personas que, en su mayoría viajan en familia. De nuevo, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido ha sido el destino turístico por excelencia en estas fechas.

Las condiciones meteorológicas de los primeros días de la semana, con lluvia y nieve en las montañas, conllevaron que gran parte de las reservas de alojamiento no se confirmaran hasta el mismo jueves, día 1. Así ocurrió, por ejemplo, en Bielsa, en la comarca de Sobrarbe."El viernes por la tarde ya estaba todo lleno", comentó el alcalde, Miguel Noguero. Según dijo, no se esperaba esta gran afluencia por"el mal tiempo que hubo hasta el jueves".

En Torla, una de las puertas de entrada al Parque de Ordesa, este puente se vive de forma muy intensa, sobre todo desde hace aproximadamente unos 10 años, indicó el alcalde, Miguel Villacampa. Como era previsible, el viernes y el sábado debido al gran número de visitantes fue necesario cerrar el acceso de vehículos privados a este sector del espacio protegido desde las 11.00 a las 14.00 y desde las 10.00 a las 14.00, respectivamente.

El director del Parque Nacional, Manuel Montes, señaló que el lleno en este sector, con un cupo de 1.800 visitantes, era predecible."El otoño en Ordesa tiene mucho tirón, sobre todo este año en el que las lluvias han favorecido una decoloración progresiva", explicó. Comentó que el cierre del acceso obedece a criterios de"conservación del espacio y calidad de la visita. Asimismo, recordó que hay otras opciones para contemplar el paisaje otoñal, como las entradas desde Pineta, Añisclo o Escuaín, e incluso en lugares periféricos como Bujaruelo, Broto o Fanlo.

Montes señaló que es muy probable que la difusión del centenario de Parque Nacional esté atrayendo más visitantes. En la Oficina de Turismo de Biescas, en la comarca del Alto Gállego, los turistas se han interesado este puente por las rutas de senderismo y por la visita a Ordesa.

Las mismas fuentes comentaron que, aparte de quienes tiene segunda residencia en esta localidad, "ha venido mucha gente de fuera, muchas familias de Barcelona, Zaragoza, País Vasco y Madrid". Empezaron a llegar ya el miércoles por la tarde y fueron bastantes los que asistieron al ‘Recorrido del terror’ o noche de las ánimas celebrado ese día.

La gruta de la brujas

En el Valle del Aragón también se ha rozado el lleno, al menos en cuanto a visitantes. La Cueva de La Güixas, en Villanúa, ha sido la gran atracción de este puente. Debido a la gran demanda de reservas para las visitas teatralizadas infantiles a esta gruta fue necesario ampliar de seis a ocho el número de sesiones.

La responsable de comunicación del Ayuntamiento, Ainhoa Camino, indicó que la población, así como las actividades programadas"han estado a tope". Según comentó, la llegada masiva de visitantes se notó hasta en los supermercados de la zona, donde disminuyeron las reservas de yogures y fruta porque"no se esperaba tanta gente".

Yolanda Palomo, guía de la Cueva de Las Güixas, señaló que entre las visitas a la gruta y la actividad del polideportivo (con 200 niños) se han contabilizado unas 2.500 personas.

El recorrido teatralizado por este espacio empezó hace tres años y ha sido todo un éxito. Además, la población se ambientó para la festividad de todos los Santos y, al acabar la ludoteca, los pequeños llevaron sus calzabas iluminadas al cementerio. En la cueva, los guías pusieron voz a las brujas y explican sus historias.

La afluencia no solo se notó en el Pirineo. En Alquézar, en la sierra de Guara, la ocupación superó el 90%. Las Ruta de las Pasarelas, el Parque Cultural del Vero y el pueblo histórico volvieron a ser un reclamo para los turistas. La capacidad hotelera de la población está entre 500 y 600 plazas"y cuando se ocupan se deriva a los visitantes a otras localidades cercanas", comentó el alcalde, Mariano Altemir. Como muestra del ‘llenazo’, indicó que los 14 restaurantes de la población estaban ayer"al completo".

En Alquézar, entre los pueblos no se organizan actividades relacionadas con estas fecha pero sí en la pedanía de Radiquero, donde anoche las ánimas tomaron las calles a la luz de las velas.

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