'Tolosantos'

Las fiestas de Todos los Santos y de Difuntos traen recuerdos de la infancia.

Noche de Ánimas en Radiquero (Huesca).
Noche de Ánimas en Radiquero (Huesca).
Rafael Gobantes

En mi infancia estos eran días de visitas al cementerio para recordar a personas que yo no había conocido. Como entonces no tenía muertos propios, me parecía que siempre habría en los cementerios personas queridas por otros, pero que las personas que amaba yo, no morirían nunca. Mientras ella arrancaba las hierbas, limpiaba el mármol en el que podía leerse los nombres de sus padres y el de su marido, yo le preguntaba cosas de niño: ¿ellos saben que hemos venido? ¿Les gustará que dejemos estas flores? ¿A ti también te enterrarán aquí debajo? Pero yo no quiero que te mueras nunca…

Y por toda respuesta me abrazaba con las manos aún cubiertas por aquella tierra sagrada que guardaba su memoria. Ella sabía que un día yo lloraría allí mismo, sobre la tierra reseca, las lágrimas de los perdidos y de los desamparados.

'Tolosantos' era día de comidas familiares, de rituales mágicos como las pequeñas candelas que se dejaban encendidas toda la noche flotando en aceite. Nunca supe si uno podía fiarse de las ánimas o si había que cuidarse de ellas. También era el día de las representaciones de Don Juan Tenorio en Estudio 1, aquel teatro de la tele en blanco y negro.

Aunque hiciera calor, por las tardes, ya había fuego en la chimenea de casa. A veces se asaban patatas, cebollas y boniatos. En Caspe eran ferias. Aquellos días tienen en mi memoria los mismos tonos dorados de las últimas hojas que aún vestían las ramas de los árboles. Que tengan felices recuerdos y pasen un buen día de 'Tolosantos'.

Víctor Juan es director del Museo Pedagógico de Aragón