El exviconsejero Carlos Esco se prejubila como directivo de Telefónica y pide el reingreso en la DPH

Está pendiente del juicio del caso Plaza, por el que le piden 7,5 años de cárcel, tras ganar el resto de causas.

Carlos Esco (derecha), junto a su abogado, Juan Monclús, a su llegada a la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Carlos Esco (derecha), junto a su abogado, Juan Monclús, a su llegada a la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Oliver Duch

El exviconsejero de Obras Públicas Carlos Esco (PSOE) ha solicitado el reingreso en la Diputación Provincial de Huesca (DPH) tras prejubilarse como alto directivo de Telefónica. Esco, al que le quedan año y medio para tener la edad legal de jubilación, se reincorporará el próximo mes a su plaza de jefe de servicio de Cultura, que deberá compatibilizar unos meses con su defensa legal en el juicio del caso Plaza, por el que le piden 7,5 años de cárcel y otros 21 años de inhabilitación.

Fuentes cercanas al también ex consejero delegado de Plaza han asegurado a este diario que Esco ha negociado su salida de Telefónica, en la que solo quedaban ya una decena de personas con su misma edad, 63 años, y han remarcado que nada tiene que ver con el hecho de que vaya a ser juzgado por la presunta malversación de 140 millones de euros en las obras de la plataforma logística. “Ya se ha enfrentado a otros casos relacionados con Plaza, los ha ganado todos y en estos años no han prescindido de sus servicios por tener que comparecer en los tribunales”, han añadido.

De hecho, en una de la causas ya juzgadas se le embargó el sueldo de casi 250.000 euros al año que llegó a cobrar como director de relaciones institucionales de Telefónica Internacional para Latinoamérica y se le retiró el pasaporte, por lo que no pudo viajar durante unos meses  para representar a la multinacional.

Carlos Esco solicitó el reingreso a la DPH el pasado viernes y ocupará la jefatura de servicio de Cultura que dejó en los años 90 para dedicarse a la política activa. Formaba parte del reducido círculo de confianza de Marcelino Iglesias desde su etapa como presidente de la Diputación de Huesca y formó parte de su equipo tras desembarcar en el Pignatelli en 1999, haciéndose cargo de los proyectos más importantes. De hecho, fue el consejero delegado de Plaza hasta su marcha a Telefónica en 2010, actividad que compatibilizó con su tareas como secretario general técnico en Obras Públicas, director de la Oficina Estratégica del Presidente de Aragón y exviceconsejero de Obras Públicas en la última etapa.

Su fichaje por Telefónica y, por tanto, su salida del Gobierno PSOE-PAR se adelantó unos meses a la designación de su esposa, Eva Almunia, como candidata socialista en las elecciones de 2011, que perdió. La también exconsejera de Educación y Presidencia y ex secretaria de Estado de Educación con Zapatero se mantuvo como diputada autonómica hasta el final de la pasada legislatura, y como su marido, dejó la política.

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