Teruel continuará su despoblación con la pérdida de 11.000 habitantes en 15 años

La última encuesta del INE evidencia que la población aragonesa disminuirá en unas 1.000 personas antes de 2033.

Miravete de la Sierra, pueblo turolense de menos de 30 habitantes.
Miravete de la Sierra, pueblo turolense de menos de 30 habitantes.
Heraldo

Menos defunciones, mismo número de nacimientos, disminución de los movimientos migratorios con el extranjero y un repunte de los cambios de residencia nacionales. Esta combinación provocará que la población de Aragón en los próximos 15 años se reduzca, envejezca y se disperse todavía más. En concreto, es la provincia de Teruel la que arrastrará a la Comunidad hacia un crecimiento negativo.

Según la proyección realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), hasta 2033 Aragón perderá alrededor de unos 1.000 habitantes, el 0,1% de la población actual. Por provincias, Teruel será la más damnificada, con cerca de 11.000 residentes menos: de 133.860 a 122.837. Esta previsión pone en evidencia que el problema de la despoblación se mantendrá en una zona donde un tercio de los municipios ya tienen menos de dos habitantes por kilómetro cuadrado. Por su parte, Huesca conseguirá recuperar unos 1.300 habitantes y Zaragoza llegará a rozar los 970.000 vecinos, lo que supone casi 8.700 más que en la actualidad.

Respecto a los nacimientos, la previsión del INE (teniendo en cuenta la tendencia de los últimos años) es que pasen de 10.197 en 2018 a 10.104 en 2032. Zaragoza y Teruel abanderarán el descenso de la natalidad, con unos 140 y 30 alumbramientos menos respectivamente. Por el contrario, los oscenses son los únicos que tendrán más hijos en los próximos años: hasta 1.760 en 2032 (frente a los menos de 1.700 de la actualidad). A todo esto se le unirá un retroceso en el número de defunciones en la Comunidad: de 14.334 en 2018 a 14.174 en 2032.

El resultado no es otro que la persistencia de un problema endémico en la Comunidad: el envejecimiento. Según la comparativa del INE entre 2019 y 2033, los aragoneses pasarán de tener una edad media de menos de 45 a casi 47,5 años; un incremento que se percibe a partes iguales entre hombres y mujeres. Esto implicará que en 2033 el 27% de los residentes en Aragón estén jubilados, alrededor de seis puntos porcentuales más que en la actualidad. Por provincias, una vez más, Teruel volverá a ser la que registrará un mayor porcentaje, llegando a rozar el 30% de vecinos con más de 65 años.

Menos inmigración extranjera

Durante los últimos años se ha confiado en que la llegada de inmigrantes del extranjero podría paliar los problemas de despoblación y envejecimiento que afectan a Aragón. Sin embargo, según las proyecciones llevadas a cabo por el INE, no parece que esta vaya a ser la solución, al menos, a medio plazo. Este organismo prevé que la llegada de inmigrantes del extranjero caerá de manera importante en los próximos años: pasando de unas 12.600 personas a menos de 10.000; una situación que se repetirá en todas las provincias.

Por el contrario, la inmigración nacional repuntará en cada una de las provincias aragonesas, es decir, cada vez llegarán más personas desde otros puntos del país. En concreto, pasará de 11.603 a más de 13.700 personas. Estos cambios en el atractivo residencial que tendrá la comunidad aragonesa provocarán que el saldo migratorio dentro de 15 años sea positivo, en 3.470 habitantes. 

De hecho, la previsión es que en 2033, el interés de aragoneses en irse a trabajar a países extranjeros descienda, pasando de 8.423 a 6.833 emigrantes. La mejora de la situación económica puede ser una de las razones de estos cambios de tendencia. Asimismo, tendrá cierto efecto la puesta en marcha de medidas de retorno de población joven. No obstante, la tendencia de irse a vivir a otras comunidades de España sí que se mantendrá: hasta 13.339 residentes emigrarán a  otros puntos del país.  En la actualidad, menos de 12.000 aragoneses toman esta decisión.

Un acuerdo nacional

Teniendo en cuenta todos estos indicadores, la despoblación seguirá siendo caballo de batalla del Gobierno de Aragón. Uno de los primeros pasos se ha llevado a cabo hace un mes, cuando se alcanzó un acuerdo con otras comunidades que se encuentran en una situación similar (Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Asturias y La Rioja). En concreto, han solicitado al Gobierno central una estrategia sobre el cambio demográfico que coordine el conjunto de los instrumentos y los fondos de la Unión Europea. Además, han exigido que el nuevo modelo de financiación autonómica tenga en cuenta el coste extra que asumen estas comunidades en la prestación de servicios por culpa de la dispersión territorial, el envejecimiento y la caída de la natalidad.

Como respuesta a este acuerdo, la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, aseguró que la estrategia nacional ante el reto demográfico, que permitirá combatir la despoblación, el envejecimiento y la dispersión, verá la luz en la primavera de 2019. Este plan incluirá medidas concretas en el ámbito de la natalidad, la migración, la vivienda, el empleo, la fiscalidad y la financiación autonómica; sin embargo, todavía carece de presupuesto. La puesta en marcha de todas estas medidas y otras que se puedan adoptar serán determinantes para evitar que las previsiones del INE se cumplan.

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