"Llegamos al Pilar de casualidad y estamos encantados"

Su marcado acento argentino les delataba este jueves cuando paseaban por la calle de Alfonso de Zaragoza. Y eso que una de las dos mujeres del grupo llevaba anudado un cachirulo al cuello. Eran Carlos Calamante y su hija Sarynna, de 73 años y 46 años, que están de viaje por España e Italia junto a Héctor Carabás y su mujer Elba Rosalía Maggic, de 77 y 75 años, respectivamente. Van a vivir los días grandes de las Fiestas del Pilar por casualidad, pero se muestran "encantados" de lo que el destino les ha deparado.

"Cuando empezamos a preparar el viaje en junio decidimos venir a Zaragoza porque las anteriores veces? que yo había estado aquí no la visité. Gente que conocemos nos recomendó la ciudad y lo que vi por internet me gustó mucho. Cuando estábamos en Barcelona nos enteramos de que eran fiestas, ha sido una ‘pegada’", cuenta Calamante, para quien es la tercera visita al país.

"Nos ha encantado la basílica del Pilar y todo el centro histórico. Sobre todo nos hemos dedicado a pasear por la calle y ver el ambiente, porque da la impresión de que todo el mundo ha salido de sus casas", subraya Carabás, quien hasta ahora solo conocía de España Cádiz y algo más de Andalucía "por motivos de trabajo". Maggic lucía el cachirulo al cuello y si le dejaran se sumaría hoy a la Ofrenda. "He sido profesora de danzas españolas y también enseñaba la jota. Mi madre, pese a ser de origen italiano, amaba el baile español y desde los cuatro años me llevó a clases", explica. Ayer aún tenían pendiente probar el ternasco de Aragón y estaban decididos a hacerlo hoy. Mañana prosiguen su itinerario en Madrid para desde allí dirigirse a la Toscana.

"No es un puente generoso para unas vacaciones"

"Este puente del Pilar de tres días seguidos de fiesta es poco generoso para unas vacaciones. No es rentable para que los operadores organicen vuelos chárter y la gente que sale prefiere moverse a los lugares cercanos". Quien habla así es el presidente de la Asociación Aragonesa de Agencias de Viaje, Jorge Moncada. Hay que esperar al puente de la Constitución para poder volar desde el aeropuerto de Zaragoza a destinos como Dublín, Estambul, Praga, Marruecos (Marrakech y ruta del Sáhara), Venecia, Laponia, Múnich y Berlín.

Los aragoneses han preferido viajar por Aragón o a regiones cercanas de interior. Es el caso de María Jesús Juan, que va a pasar cuatro días en una casa rural del valle de Bertiz junto a su pareja y su hijo. "Nosotros huimos de los aglomeraciones de las fiestas del Pilar. Además, con un chico de 11 años es difícil encontrar en el programa algo que le pueda gustar o le interese. Casi todos los actos están pensados para los niños o para los quinceañeros y adolescentes, hay un gran vacío de alternativas para los chicos de entre 10 y 13 años", apunta. Desde el jueves y hasta el domingo van a aprovechar para ver la Bardenas Reales, las cuevas de Zurragamurdi y Urdax y el señorío de Bertiz, entre otros puntos de interés de la zona.

Jesús Marco, presidente de la Asociación de Turismo Rural de Aragón (Faratur), confirma este perfil de viajero. Habla de un "fenómeno" que se viene afianzando en los últimos años. El de los zaragozanos que aprovechan para "vivir algunos días de las fiestas, lo más tranquilos" y luego prefieren moverse "aunque sea muy cerca a descansar y a hacer alguna salida al monte".