Convenio para pagar los medicamentos a 150 pacientes crónicos sin recursos en Aragón

Sanidad suscribe un acuerdo con la oenegé Banco Farmacéutico para financiar los fármacos de sin recursos. El programa se inicia en cinco centros de salud, pero la idea es ir extendiéndolo

Representantes de Sanidad, de los colegios de Farmacéuticos y la Asociación Banco Farmacéutico durante la firma del convenio.
Convenio para pagar los medicamentos a 150 pacientes crónicos sin recursos en Aragón
DGA

La "pobreza farmacéutica" es una realidad. Según el barómetro sanitario, unos 75.000 aragoneses no pueden pagarse su medicación por falta de recursos. Para intentar paliar esta situación, la oenegé Banco Farmacéutico ha firmado un convenio con el Departamento de Sanidad y los colegios de farmacéuticos para financiar el tratamiento crónico de ciudadanos con bajos ingresos. Los promotores de la iniciativa calculan que podrán ayudar a 150 zaragozanos hasta final de año, pero el objetivo es poder extenderlo y llegar a Huesca y Teruel en 2019.

Las estadísticas revelan que un 5,7% de los aragoneses tienen problemas para poder retirar su medicación de las farmacias. Un porcentaje que está un punto por encima de la media nacional, que se sitúa en un 4,7%. Esta situación preocupa a los responsables de la Administración y a los colegios de farmacéuticos, pero también a oenegés o asociaciones, como Banco Farmacéutico, que a través de su Fondo Social de Medicamentos, se hará cargo del coste de los medicamentos de algunos de los aragoneses más necesitados.

El programa de esta oenegé, que ya funciona en otras comunidades con muy buenos resultados, comenzará a implementarse en los centros de salud de Canal Imperial, Bombarda, Picarral, Univérsitas y La Jota de Zaragoza. La idea es extender la iniciativa a otros centros, que serán escogidos por una comisión mixta entre ambas partes y a propuesta de la Dirección General de Asistencia Sanitaria del Departamento de Sanidad.

Será el médico de Familia el que detecte los posibles beneficiarios de este convenio y trasladará los casos a los trabajadores sociales de los centros de salud. Estos comprobarán que los posibles beneficiarios se ajustan a los criterios que marca el convenio. Los perceptores deben tener una renta inferior a 1,25 veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem) para 2018. Además, la aportación económica del usuario en la prestación farmacéutica ambulatoria debe ser superior a 20 euros al mes, aunque podrán estudiarse excepciones.

Colaboración de las farmacias

Cuando compruebe sus requisitos, el trabajador social incluirá al usuario en el registro del Banco Farmacéutico. Además, le dará un documento acreditativo para que se dirija a la oficina de farmacia, donde se le dispensarán los medicamentos que figuren en su receta electrónica, pero no se le solicitará la aportación correspondiente. Este dinero lo facturarán las oficinas de farmacia al Banco Farmacéutico.

En principio, la ayuda es para seis meses, pero el director de Relaciones Institucionales de Banco Farmacéutico, Jordi Bosch, ha asegurado este lunes que puede ser "revisable" viendo las características y peculiaridades de cada paciente. Ha recordado que aunque mucha gente cree que son las personas jubiladas las que más dificultades tienen para poder acceder a las medicinas, normalmente son ciudadanos de unos 50 años, al que se le ha acabado el paro y con varios hijos a su cargo.

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