La Dirección General de Salud Pública ha confirmado un nuevo caso de sarampión y otro posible en estudio. Los dos ingresaron en el hospital Miguel Servet de Zaragoza y permanecen en aislamiento para evitar contagios. Ya son siete las personas afectadas en la Comunidad en lo que va de año por la enfermedad, de la que no se habían notificado afectados desde 2015.

Aunque la Dirección General de Salud Pública mantiene activada la alerta por el periodo de incubación que tiene la enfermedad y la posible aparición de más casos, fuentes del Departamento de Sanidad transmitieron tranquilidad y recordaron que el riesgo de contagio es mínimo al estar gran parte de la población vacunada o haber pasado el sarampión.

En España, hasta mediados de junio de 2018, se habían declarado 168 casos de sarampión, todos ellos importados o relacionados con casos importados –desde Reino Unido, India, Tailandia, Ucrania o Rumanía–. Salud Pública emitió una circular a principios de verano que distribuyó entre los profesionales sanitarios para extremar la vigilancia y reforzar las pautas de vacunación.

Países de riesgo

Los expertos de Salud Pública aconsejaron, de hecho, revisar y actualizar el estado inmunitario frente al sarampión de la población de origen rumano, aunque no tengan previsto viajar próximamente a Rumanía, y a los residentes en Aragón que tengan previsto viajar a zonas de riesgo. De hecho, este último caso confirmado en Zaragoza había viajado a un país con un elevado número de casos diagnosticados. El que todavía está en estudio es un menor de edad. En ambos, se han tomado las medidas de prevención oportunas para evitar posibles contagios.

Además, Salud Pública aconsejó a través de la notificación comunicar y aislar al enfermo ante cualquier sospecha que indique que podría tratarse de esta patología. Los síntomas más evidentes son fiebre alta, por encima de 38 grados, y exantema maculopapular, es decir, erupciones superficiales en la piel de color rojizo. Este cuadro puede ir acompañado de tos, rinitis o conjuntivitis.

Estos síntomas generalmente comienzan entre 8 y 12 días después de la exposición al virus. Es muy contagioso y la forma de transmisión es por contacto directo con las secreciones nasales o de la garganta de las personas infectadas, o con menor frecuencia, a través de la transmisión aérea.

De los siete casos contabilizados en la Comunidad aragonesa en los últimos meses, seis corresponden al brote registrado en Huesca. Por otra parte, el boletín epidemiológico informó el jueves de un posible caso de botulismo alimentario en la provincia de Zaragoza por el consumo de una conserva de acelgas. El paciente evoluciona favorablemente, pero el caso ya se ha notificado a la sección de Higiene Alimentaria y al Centro Nacional de Epidemiología. Según registros de Salud Pública, hacía dos años que no se confirmaba ningún caso de esta grave enfermedad.