La mosca del olivo, una preocupación más en el campo aragonés

Esta gran enemiga del aceite virgen extra ha picado en las comarcas del Matarraña y del Somontano de Barbastro, una presencia que ha provocado que el Gobierno de Aragón autorice su tratamiento. Por el momento, este descubrimiento, según aseguran los agricultores, no se trata de un acontecimiento extraordinario.

El cultivo del olivar está presente en las tres provincias aragonesas.
El cultivo del olivar está presente en las tres provincias aragonesas.
Javier Martín

Los agricultores vigilan sus campos cada día. Así, se ha descubierto que la mosca del olivo (Bactrocera oleae) ha picado en algunas zonas de Aragón, como por ejemplo en las comarcas del Matarraña (Teruel) y Somontano de Barbastro (Huesca). Una presencia que por el momento “no es extraordinaria”, según asegura el responsable del sector del olivar de UAGA, Joaquín Morella, pero que tal y como ha autorizado el Gobierno de Aragón hay que tratarla para que no arruine la cosecha del olivar.

“Estamos todavía a tiempo de poder realizar los tratamientos necesarios para que no incidan en la cosecha, ya que estos se deben llevar a cabo en un plazo de seguridad de 60 días antes de la recogida, que empezará a producirse a principios de noviembre”, explica Morella. Así, de esta forma, el centro de Sanidad y Certificación Vegetal de Aragón emitió un aviso fitosanitario en el que advirtió sobre la presencia de esta enemiga del aceite virgen extra y en el que permitió tratarla. Concretamente, según aclara el responsable del sector del olivar de UAGA, se ha autorizado un tratamiento general de la mosca a nivel de Aragón en el cultivo de empeltre, una de las variedades más tradicionales del campo aragonés, y otro de parcheo.

Gracias a estos métodos se conseguirá atajar el problema con el objetivo de que no afecten a la calidad de la oliva. Se trata de un contratiempo al que los agricultores tienen que hacer frente cada año. “La mosca pica, es decir, pone un huevo dentro de la piel del fruto, lo que provoca que la larva se alimente de la pulpa de la oliva, -describe Morella- y al molerla, el aceite generado tiene mayor acidez, en definitiva, desencadena en una pérdida de calidad y, por supuesto, de rendimiento”.

En principio, con estas medidas autorizadas las larvas se mueren y se minimiza el impacto que estas pueden tener en la cosecha. “Por el momento, esta presencia no es un acontecimiento extraordinario en la Comunidad, sino un problema al que se hace frente como una medida de precaución dentro del plazo de seguridad para que no genere residuos en la cosecha”.

Una cosecha irregular

A finales de octubre, principios de noviembre empezará la recogida de la oliva en Aragón, una cosecha que, según el responsable del sector del olivar de UAGA, se presenta irregular. “En la Comunidad, los olivos suelen estar en campos de secano, por lo que la fuerte sequía que sufrimos durante el año pasado traerá sus consecuencias, ya que el árbol no pudo crecer. En mi zona, la del Campo de Belchite se espera una producción de un 40% menos que en una temporada normal, acuciada también el hecho de que el año pasado tuvimos una gran cosecha”.

Además, el granizo también ha dañado algunos campos, sobre todo en el Bajo Aragón. “Si pudieron entrar para tratar las heridas provocadas por la piedra, las pérdidas serán las menos”, explica Morella. Por el contrario, se espera que la calidad del aceite sea la deseada. “Las lluvias de primavera y verano, en principio son beneficiosas”. Así, bajo este panorama se espera la llegada de la inminente cosecha de la oliva.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión