El menú de los presidentes: borraja, ternasco y un buen vino de Aragón

Tres presidentes socialistas y tres populares comparten reivindicaciones y mesa en la DGA, en un ambiente de cordialidad.

Los seis presidentes, en el edificio Pignatelli
El menú de los presidentes: borraja, ternasco y un buen vino de Aragón
José Miguel Marco

Con vinos de las denominaciones de origen de Aragón brindaron ayer en la sede de la DGA tres presidentes autonómicos populares y tres socialistas en un ambiente de cordialidad. Una muestra de que es posible aparcar las diferencias políticas cuando está en juego el interés general de los ciudadanos a los que representan. El rival, en este caso, está fuera: es esa España periférica y poblada que, con sus millones de votos, tiene la posibilidad de inclinar la balanza de la financiación autonómica. La de Aragón, Galicia, Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha y La Rioja, esa que se queda vacía, debe unirse para que se escuche su voz, demasiadas veces sin éxito.

Los seis presidentes que se reunieron ayer en Zaragoza querían formular una declaración constructiva, que no iba contra nadie. "Y menos contra los sucesivos gobiernos", según el aragonés Javier Lambán. Pero volvieron a abrir la caja de los truenos de la financiación autonómica, un tema que al Ejecutivo de Pedro Sánchez le interesa aparcar. Y la casualidad quiso que los presidentes socialistas de la ‘España vacía’ sean Javier Lambán, Emiliano García-Page y Javier Fernández, tres de los protagonistas en el Comité Federal que tumbó en 2016 al ahora líder del partido y presidente.

Tras días de trabajo previo, el cónclave de presidentes, en el que también participaron Juan Vicente Herrera, Alberto Núñez Feijóo y José Ignacio Ceniceros, apenas duró una hora y media. En un ambiente de unidad. Ya lo dijo el presidente gallego: "No pensamos lo mismo en todo, pero sí en los temas importantes. Nuestras divergencias se hacen minúsculas al lado de lo mucho que tenemos común". Y después de pactar su estrategia contra la despoblación, porque aunque no se estile es posible cerrar acuerdos, compartieron mesa y delicias aragonesas: borrajas con arroz de las Cinco Villas y ternasco, regados con caldos de la tierra, en los comedores de Presidencia de la DGA. A las 16.30 pusieron rumbo a casa con sus coches oficiales. Solo Núñez Feijóo, a ocho horas de distancia, prefirió el AVE y el avión. Al llegar a Santiago de Compostela recibirá, como se llevaron los demás, una bolsa del Centenario de Ordesa y una botella de vino de cada denominación de origen aragonesa con los que podrán volver a brindar si sale adelante su propuesta. Aunque no parece que Sánchez quiera abrir la batalla entre la ‘España vacía’ y la que aún no lo está.

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