Arriba el telón en las calles de Pancrudo
Cerca de 50 artistas actuarán los días 8 y 9 ante el público del XI Gaire. Pancrudo, donde en invierno viven no más de 70 personas, espera recibir 4.000 visitantes, atraídos por un ambiente familiar donde se respira teatro.
¡Mira que eres gaire!". Este apelativo daban las abuelas a los niños más inquietos y aficionados a las trastadas, con un espíritu tan dinámico como el de los cómicos que se dedican a hacer reír y no les importa, de alguna manera, "hacer el gaire". De ahí viene el nombre del Festival de Artes Escénicas de Pancrudo que celebra su undécima edición este fin de semana.
A partir de mañana sábado, "Pancrudo se transforma en una gran sala de teatro, con un ambiente de respeto por su trabajo que llama la atención de los mismos artistas", destaca José Ramón Herrera, coordinador del Gaire y concejal del Ayuntamiento de la localidad turolense.
Teatro, circo, música y títeres
El programa de este año trae a las calles y plazas de Pancrudo los espectáculos de 17 compañías venidas de Bélgica, Francia y diversos lugares de España. Teatro, circo, música y títeres se adueñarán de los siete escenarios repartidos por el casco urbano, entre las 12.00 del sábado 9 y las 16.00 del domingo 9. De esta forma, "espectáculos de primera calidad llegan al mundo rural y la gente mayor de la zona tiene la posibilidad de disfrutar de algo que, si no, nunca vería", señala.
Entre las propuestas del XI Gaire destacan Barto, que, con su espectáculo de clown Theater Gili y Gili, hará reír a grandes y pequeños; Camut Band con Big drums, un show que combina percusión, claqué y danza; o Cirque Exalté, que presentará Furiuse Tendresse: 50 intensos minutos de acrobacias y malabarismos. Además, Javier Aranda regresa al Gaire con la obra Vida, propuesta muy premiada a lo largo de este año 2018. Los asistentes verán brotar la magia de una historia a partir de una canasta de costura y dos manos porque "las cosas hechas a mano tienen su propio carácter" y las manos se vuelven protagonistas, "como seres especiales que crean movimiento, emoción y vida".
Vida, que se representará en la recientemente restaurada ermita de la Virgen de la Palma, es el único espectáculo de pago (al precio simbólico de 5 euros) de todo el festival. Se ha hecho así para limitar el aforo, pero la gratuidad de las actuaciones es seña de identidad del Gaire, que se financia en buena parte gracias a las barras donde beber y comer y a la venta de productos Gaire como camisetas, sudaderas, pulseras, bolsas, gorras... "La gente responde", resalta Herrera, "todos los festivales humildes de la provincia de Teruel nos financiamos así, es la forma de sobrevivir". Gobierno de Aragón, Comarca Comunidad de Teruel, Diputación Provincial de Teruel, Ámbar y Aragón Turismo son los principales patrocinadores del XI Gaire, que no sería posible sin la colaboración desinteresada de los vecinos de Pancrudo y otras localidades cercanas como voluntarios.
Se espera que el festival atraiga de nuevo a unos 4.000 visitantes durante el fin de semana. Todo está preparado en Pancrudo: las zonas de acampada y autocaravanas, de uso gratuito, disponen de duchas y aseos cercanos; y se ha habilitado de nuevo un espacio Bebé para que las familias dispongan de un lugar tranquilo para descansar, cambiar o alimentar a los niños más pequeños. Y es que el ambiente familiar predomina en este festival, organizado por la Asociación Cultural Gaire y el Ayuntamiento, con la colaboración de la Asociación Cultural El Calabozo y la Comisión de Fiestas Pancrudo 2018.
Completan el programa de este año dos instalaciones interactivas de El pájaro carpintero durante todo el sábado: una para bebés de hasta 3 años de edad y otra para niños a partir de 3 años. Así como la exposición fotográfica Mutaciones a la bolonesa, de la artista Elisa Gómez (Aliaga, Teruel) que podrá verse en el Horno.
La oferta cultural es variada. A 20 minutos, el visitante encuentra el Museo Minero de Escucha, una mina real de carbón (lignito) visitable. En el Parque Paleontológico de Galve se pueden ver los yacimientos de icnitas o huellas de los dinosaurios que allí vivieron; en el Museo Paleontológico, contemplar los fósiles originales de dinosaurios; y, en el campo, grandes reproducciones de estos animales.
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