Al menos diez colegios cambian este curso de línea fría a cocina propia en Aragón

Uno de los primeros que empezarán las obras en la capital aragonesa es el Zaragoza Sur. En Valderrobres ya las han hecho.

Estreno del comedor autogestionado con cocina propia en el Agustina de Aragón, en 2016.
Estreno del comedor autogestionado con cocina propia en el Agustina de Aragón, en 2016.
Daniel Marcos / Ayto. Zaragoza

La recuperación de las cocinas propias en los comedores escolares es una demanda creciente que empieza a tener respuesta. Ahora la mayoría de los colegios tienen el sistema de línea fría (las empresas de catering llevan los menús ya cocinados) y muchos centros habían pedido recuperar las cocinas in situ para mejorar la calidad. El Gobierno de Aragón se comprometió a recuperar algunas cocinas y una de las primeras será la del colegio Zaragoza Sur.

El Departamento de Educación ha licitado esta semana la obra para transformar la cocina del colegio Zaragoza Sur, por un presupuesto de 96.473 euros. Este centro comenzó a funcionar hace dos años con un servicio de catering y la promesa de que en el futuro tendría cocina propia para elaborar los menús in situ. Las obras se llevarán a cabo en este curso escolar y se ha diseñado para 450 comensales cuando el colegio tenga todos los cursos completos.

La DGA ha anunciado que durante este curso se harán obras para adaptar las cocinas de al menos otros ocho colegios: Parque Goya, Valdespartera y Vadorrey en Zaragoza, San Roque de María de Huerva, El Parque de Huesca, Ferrer y Racaj de Ejea, Palmireno y Sobrarías de Alcañiz. Además, se harán nuevos comedores y cocinas en centros que hasta ahora no tenían: Emilio Moreno Calvete de Zaragoza (el único de la ciudad sin este servicio), Grisén y Sádaba. Estas actuaciones forman parte de un 'plan de cocinas', con presupuesto de 500.000 euros, pactado con Podemos. La lista de centros no está cerrada y se podría actuar en más colegios. Hay más centros que han pedido a la DGA que se les incluya en esta renovación, como el María Moliner de Zaragoza.

Y otros que han adaptado la cocina aparte de este plan, como el colegio de Valderrobres. "Llevábamos dos años trabajando para conseguir una cocina in situ para nuestro colegio. Empezamos a pedirlo un grupo de padres preocupados por la alimentación de nuestros hijos. Finalmente, el Ayuntamiento se ha encargado de pagar las obras de adaptación. Y la empresa de catering contratará al personal. La cocinera será de la zona. El día 17 estrenaremos la nueva cocina", explica Javier Ciprés, del colegio de Valderrobres.

La controvertida línea fría

La Plataforma por unos comedores escolares públicos de calidad (que agrupa a más de 50 asociaciones de padres y otras entidades) lleva años criticando el sistema de línea fría y pidiendo la vuelta de las cocinas in situ. La Plataforma aplaude este plan, pero lamenta que llega con retraso. "Podían haber aprovechado el verano para hacer las obras y así empezarían el curso con las nuevas cocinas. Deberían facilitar el cambio a todos los centros que quieren", afirma Pablo Alconchel, portavoz de la plataforma.

La mayoría de los colegios de Zaragoza cambiaron obligados de cocina de elaboración propia a gestión fría hace ocho años. Solo unos pocos mantuvieron la cocina y la gestión propia de sus comedores: Doctor Azúa, Cesáreo Alierta, César Augusto, Eliseo Godoy, Tío Jorge y San Braulio. Hace dos años se sumaron los colegios Agustina de Aragón y El Espartidero, también con cocina propia, comedores autogestionados y proyectos educativos en torno a la alimentación saludable. En estos casos los dos centros financiaron las obras.

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