Sierra de Luna: serranos de varias nacionalidades... y el viento a favor

Sierra de Luna es un municipio y una canción de Francisco de Val que honra a un pueblo donde se vive del aceite, la granja y la almendra, y que tiene en su padrón a numerosos extranjeros.

Detalle de los censados en Sierra de Luna, en un mural situado dentro del ayuntamiento local.
Detalle de los censados en Sierra de Luna, en un mural situado dentro del ayuntamiento local.
Laura Uranga

De primeras, el mural impacta. "Ya veréis, os va a gustar –musita Marisa Naudín, alcaldesa de Sierra de Luna– es parte de un ayuntamiento muy moderno". Efectivamente, todo luce moderno y funcional allí: incluye consultorio médico y dispensario de farmacia, y tiene a tiro de piedra el centro social y bar de la localidad, situado en la antigua casa de la Guardia Civil. Lo más sorprendente, sin embargo, es el póster que recibe al visitante nada más poner pie en la casa consistorial; un listado de nombres que pudiera pasar por memorial. Sin embargo, es el de los empadronados en el pueblo.

"Se trata de un reflejo de lo que somos, un pueblo unido –presume Marisa– en el que nadie se cree más o mejor, donde hay apellidos que chocan a cualquiera menos a nosotros, porque hace ya tiempo que el colectivo de extranjeros es numeroso. Hay casi cuarenta búlgaros y unos veinte de Pakistán, y ahí estamos todos, haciendo pueblo. Los equipos municipales se olvidan un poco de los colores políticos; nos llevamos bien y respetamos las diferencias de opinión en bien del pueblo". Rainela Milchova Valavanova, de 24 años, llegó al pueblo con 6 y es una serrana más. "Mis padres vinieron aquí en busca de trabajo, les acogieron muy bien, y nos trajeron a mis hermanos y a mí. Yo también tengo trabajo, soy madre de un bebé de dos años y me considero de aquí".

Marisa es alcaldesa, gestora, vecina y superabuela; la visita de la prensa le sorprenden preparando una merienda de cumpleaños para su nieto. "Os voy a enseñar todo, pero luego os tendré que dejar, que tengo veinte chavales a cenar y hay que hacer las tortillas de patata, y alguna cosica más". Como máxima responsable del municipio, sus ilusiones están a mucha altura, exactamente donde llegan las aspas de los tres parques aerogeneradores que se van a instalar en Sierra de Luna, concretamente en La Sarga, Monlora II y Monlora III. Hay otro más, La Peña, que se comparte con el municipio vecino de Las Pedrosas y que ya está en marcha. Además, hay otros tres en fase de negociación. "Me ilusiona por lo que va a suponer para este pueblo, no quise ni hablar de ello hasta que no se hizo una negociación formal. Los beneficios llegarán a todos, proporcionalmente a los terrenos de cada cual, pero tenemos claro que todos comerán una tajadica de tarta. No habrá líos".

Aceite y almendra

Sierra de Luna es un municipio agrícola y ganadero; en este último sector hay cuarenta personas empleadas en el sector porcino de granja. Hay cooperativas de aceite y vino; la oleosa fue pionera en las Cinco Villas, y la visitan los colegios ejeanos para conocer de primera mano el proceso. En cuanto a la almendra, tiene bien ganada fama por su calidad, y se convierte en otro atractivo turístico cuando llega la floración. Sierra de Luna también fue el primer municipio de la zona en tener un modesto polígono industrial, actualmente en fase de expansión. De las tres naves actuales, dos son de la cooperativa y la otra irá destinada en breve al personal de Forestalia para el manejo de los aerogeneradores.

En las paredes el centro cultural, bajo la atenta mirada de Corita y Francisco (los dos gigantes de la música honrados como gigantes de cartón piedra), hay ilustraciones y cuadros de María Jesús Aranda, que pertenece a la asociación; también destacan varios trabajos salidos de la imaginación de los niños en este verano. En el centro juvenil, muy espacioso y decorado con un decidido toque kitsch, hay un rincón zaragocista con camisetas blanquillas y dedicatorias de jugadores que formaban en la plantilla hace una década, como Paredes o Zapater, que regresó al equipo y es el orgullo cincovillés del Real Zaragoza junto a la nueva perla, Soro.

Gloria Lozano, secretaria del ayuntamiento, lleva 35 años trabajando aquí: ha sido su primer y único destino. La Asociación de Mujeres, que preside la alcaldesa, está muy presente en la vida social del pueblo, y su actividad se nota en las celebraciones. Por ejemplo, el programa de fiestas es un pergamino "atado con una banderica de Aragón, muy cómodo para leer todos los actos, con espacio para los patrocinadores. Muy práctico, nada de libro, es barato y lo que ganamos con el patrocinio lo invertimos en más actividades de la fiesta", concluye Marisa.

LOS IMPRESCINDIBLES

Icnitas de mamíferos

El yacimiento local de icnitas o huellas tiene más de 100 muestras. Está en el monte Valdeliso y tiene gran relevancia por ser uno de los pocos que se conservan en España y Europa con huellas de mamíferos de la Era Terciaria.

Casa Rural Las Viudas

Con una capacidad de doce personas, tiene jardín y barbacoa. La lleva Gloria Pérez García, que acaba de presentar un libro sobre la zona: ‘Sierra de Luna en las Cinco Villas’, prologado por Ramón Gaspar, biógrafo de Francisco de Val.

Las fiestas

El 20 de enero, San Sebastián, y el 5 de febrero, Santa Águeda. El 29 de abril llega San Pedro Mártir de Verona, y hay romería el 1 de mayo al santuario de Monlora. Las patronales en honor al Santo Cristo, del 12 al 15 de septiembre.

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