Langa del Castillo se agarra a las poesías y la música

Este municipio del Campo de Daroca recogió en un disco canciones religiosas y populares hace año y medio, y tiene en casi todas sus casas placas en cerámica de Muel con poemas escogidos.

Cuatro vecinas de Langa le dan al naipe en la terraza del bar local.
Cuatro vecinas de Langa le dan al naipe en la terraza del bar local.
Laura Uranga

En Langa del Castillo se apuran con fruición los últimos coletazos del verano. El bar aún está bastante lleno estos días, aunque muchos de quienes pueblan las mesas con tapete verde de por medio no residen habitualmente en esta localidad, donde el autor literario y pedagogo Víctor Juan fue en su día maestro rural. Se trata del primer pueblo de la provincia de Zaragoza en el que se realizó la concentración parcelaria; Alejandro Salvador, alcalde entre 1995 y 2003 (Basilio Valero rige el ayuntamiento desde entonces) destaca el dato, del que tiene recuerdos de niñez. "Fue un proceso bastante difícil, pero finalmente todo se arregló. Después de todos los problemas que hubo para hacerla, nadie quiso volverse atrás. Mi padre era alcalde entonces, hará más de medio siglo".

Alejandro es claro en todos los terrenos, buenos y menos buenos. Quiere mucho a Langa, pero no le duelen prendas a la hora de analizar la realidad. "Nos hemos quedado pocos en este lugar bonito y agradable, que para nosotros es el mejor, claro. Nuestra iglesia destaca en la comarca, especialmente su interior, y tenemos los restos de un castillo que tuve su importancia en el final de la edad media. En la zona deportiva hay frontón cubierto, un parque con árboles altos que alivian mucho el calorazo en verano, y en el que se está muy bien; también hay pistas de juego y piscina. Los chavales estarían de maravilla si los tuviéramos. Cuando desaparecen las bicicletas de los niños, malo; la casa que se cierra ya no se abre. La gente joven trabaja sus campos desde Zaragoza o Daroca como base, no se quedan a vivir aquí; entiendo que no es fácil".

La asociación que no para

La Asociación Cultural y Recreativa El Castillo tiene 900 socios; la última asamblea fue hace apenas una semana, y estuvieron presentes más de 800 carnés, tiene socios por media España. Bueno, por todo el mundo, porque en Sidney (Australia) está Rubén García, hijo de un languino que emigró. También hay alguno en París. La Asociación edita dos número al año de su revista ‘El Prau’, con fotografías y temas de interés del pueblo, amén de noticias de actualidad. La junta responsable de los envíos manda los ejemplares a los socios allá donde vivan.

Alejandro destaca que este año la semana cultural del ayuntamiento ha sido muy satisfactoria. "Se han volcado con un montón de actividades divertidas para chavales y mayores. Basilio, que lleva quince años en la alcaldía tras los ocho míos, también se ha preocupado de que se restaure la iglesia de San Pedro; la reconstrucción de la torre es de hace dos legislaturas".

En el interior de la iglesia hay un magnífico retablo gótico del siglo XV hecho por el llamado Maestro de Langa, y dedicado al santo del templo, donde se representan la vida, pasión y muerte de Cristo y el martirio de San Pedro. La ermita de la Virgen del Tocón está en medio de los campos a los pies de Sierra Modorra, de los Santos, cerca del río Perejiles. En cuanto al castillo, se construyó en el siglo XIV, durante el reinado de Pedro IV, por obra y gracia de su ministro Bernaldo de Cabrera. Conserva parte de la muralla, la Torre del Homenaje y la puerta de entrada; en el monte sobre el que asienta, que tiene muchos huecos en su interior, hay varias bodegas.

El disco

Hace año y medio, un nutrido grupo de languinos de tres generaciones (colectivo reforzado por residentes en la ciudad) grabó en Zaragoza un disco de 30 canciones, compuesto en su mayoría por temas religiosos tradicionales que no estaban recogidos en un formato físico; también se incluyeron canciones populares, después de ensayar previamente con todos los implicados. El entusiasmo fue singular; la emoción de convertirse en artistas por unos días embargó a todos los presentes, que dieron lo mejor de sí para que el resultado estuviese a la altura de las expectativas. La directora de coro Patricia Rebo-llo dirigió la grabación, coordinada con la Asociación el Castillo, con Luis Alberto Lorente a la cabeza. El trabajo de recopilación de las canciones también fue arduo hasta llegar a ese número redondo. El resultado lo disfrutarán las generaciones posteriores.

El municipio tiene parajes naturales muy interesantes, como el Navajo Valdelagua, el manantial de la Antecilla o la buitrera de las Piñuelas. En Langa del Castillo había tradición del trabajo en la cal; de hecho, se ha recuperado una antigua calera. La devoción local es a la Virgen del Tocón, la patrona, que tiene su ermita y da nombre a la cooperativa local, que tiene un trabajador fijo que no es del pueblo. "Yo tengo mi huertecillo –explica Alejandro– y mi hijo sigue en la agricultura, que es la base de casi todos nosotros; aquí se cultivan sobre todo girasoles, cebada y trigo. También hay varias granjas de porcino, al que está en eso le va bien".

Las fiestas de la patrona son el 1 de mayo. Hay una tradición que personifican cuatro mayordomos y mayordomas, comandados por el Prior y la Reina, que invitan a galletas y vino a todo el que pasa por su casa: es un honor rotatorio. La hoguera de San Antón también es un día grande en el pueblo, con miga y panceta incluidas para coronar los festejos. "Es una jornada muy divertida –apunta Alejandro– aunque también es verdad que el frío hace que muchos asistentes acaban yéndose a dormir fuera, para no tener que calentar las casas a toda velocidad". También se sube a la ermita de la Virgen dos veces al año a comer un buen rancho y, sobre todo, a ver caras que, valga la redundancia, son caras de ver el resto del año.

LOS IMPRESCINDIBLES

Las culecas

Estas apetitosas tortas se comen en Sábado Santo como colofón al ayuno, y reúnen a buena parte de los vecinos y familiares; este año se han hecho por encargo. Llevan dentro un trozo de longaniza, costilla y un huevo duro.

D’Israel en Zaragoza

Israel Valero, del restaurante D’Israel (frente al Clínico), es de Langa del Castillo y sigue visitando el pueblo siempre que tiene oportunidad. Su restaurante, además de mimar paladares, tiene siempre arte local en las paredes.

Felipe Algás

También conocido como El Tío Rufino, era un poeta popular ducho en romances. Falleció en 1972. Es tan querido en el pueblo que se puede decir que hay algún ejemplar de sus escritos en casi todas las casas.

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