560 militares de Aragón buscan una segunda vida laboral fuera del Ejército
El Sapromil trata de propiciar que los soldados abandonen el Ejército antes de cumplir los 45 años.
Han pasado ya cinco años desde que Defensa impulsó la creación del Sapromil. Un programa cuyo nombre completo (Sistema de Aprovechamiento de Capacidades Profesionales de Personal Militar) es más bien un eufemismo para designar una herramienta orientada a propiciar que los soldados abandonen el Ejército antes de cumplir los 45 años. A facilitar, vaya, que se marchen por su propio pie antes de que finalice su compromiso de larga duración y a evitar así que se genere una masa desproporcionada de reservistas de 45 años. Un saco de pensionistas con una paga de 600 euros al mes en el que de aquí a 2025 habrán caído unos 13.800 soldados españoles si no se les encuentra una salida antes.
De momento, en Aragón solo se han visto obligados a 'retirarse' por cumplir los 45 años una veintena de soldados, pero son más de 3.700 los que tienen un compromiso de larga duración y avanzan poco a poco hacia la edad límite. Representan el 66% de los reclutas que hay destinados a día de hoy en la Comunidad y son muchos los que no están dispuestos a dar por terminada tan pronto su vida laboral ni a conformarse con la paga de 7.200 euros anuales que les correspondería como reservistas. Por eso, 560 militares destinados en Aragón están inscritos en estos momentos en el programa Sapromil. 527 en la provincia de Zaragoza y 33 en la de Huesca, según informan desde el Ministerio de Defensa.
El Sistema trata de gestionar salidas profesionales a los militares que así lo desean. Para ello, fomenta opciones formativas y acuerdos con entidades públicas y privadas que puedan facilitar su incorporación al mundo laboral.
En Aragón, el Sapromil acaba de renovar un convenio de colaboración con el Gobierno de Aragón a través del Inaem. Un convenio bianual para el que el Inaem aporta casi 200.000 euros y que está enfocado a mejorar la empleabilidad y la incorporación de estas personas en otras empresas y entidades ajenas al Ejército. Se les asignan tutores de empleo y se les ayuda a redactar sus currículum o a preparar entrevistas de trabajo, entre otras cosas. Se trata del octavo convenio de estas características que firman ambas instituciones y desde el primero se ha facilitado orientación laboral a 1.629 militares destinados en Aragón, se ha dado formación en materia de emprendimiento a 67 que planeaban poner en marcha sus propios proyectos empresariales y han participado 789 en talleres de búsqueda activa de empleo. Además, solo en el último año el Inaem atendió en entrevistas personales a 844 militares interesados en cambiar de rumbo.
Por otra parte, desde el 2012 se han organizado una treintena de cursos en las propias unidades que tiene el Ejército en Aragón. Cursos de formación profesional para el empleo, de carácter voluntario y que se organizan en función de las solicitudes que se registran. Entre 2012 y 2014 participaron 546 soldados en Aragón. Entre 2015 y 2017 no se ofreció ninguno, pero este año se han vuelto a poner en marcha y son 120 los soldados que participan en alguno de los siete cursos que se han programado en las distintas unidades.
Reserva de plazas
Este sistema también busca facilitar la reserva de plazas, tanto para personal de tropa como para ya reservistas, en los procesos selectivos de las administraciones públicas. En Aragón, tiene firmado un convenio con la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias para impulsar el acceso de estos militares a las distintas policías locales, aunque por ahora solo el Ayuntamiento de Zaragoza ha anunciado su intención de reservar plazas para militares de Tropa y Marinería en la próxima Oferta de Empleo Público para Policía Local.
En los cuerpos estatales, la Guardia Civil y la Policía Nacional vienen reservando plazas desde el 2015. Gracias a ello, 1.601 militares de toda España se han reconvertido en guardias civiles desde el 2015 y 50 en agentes de la Policía Nacional.
