Veinticinco poblaciones sufren problemas de abastecimiento de agua potable este verano

El aumento de vecinos durante los meses estivales, la sequía y la contaminación obligan a tomar medidas para asegurar el suministro.

El Ayuntamiento de La Sotonera ha colocado en distintos lugares de la localidad el bando por el que se comunica que el agua no es apta para el consumo al superar el nivel de nitratos permitido.
El Ayuntamiento de La Sotonera ha colocado en distintos lugares de la localidad el bando por el que se comunica que el agua no es apta para el consumo al superar el nivel de nitratos permitido.
Roger Navarro

Al menos veinticinco poblaciones aragonesas sufren este verano problemas de abastecimiento de agua potable. De ellas, 16 en la provincia de Zaragoza, 6 en la de Huesca y otras tres en la de Teruel. En muchos casos se trata de hacer frente a averías en la red o garantizar que todos los vecinos puedan beberla del grifo, sobre todo en esos pueblos que ven como su población se duplica y hasta triplica en estas fechas. En los casos más graves, como en la localidad oscense de Plasencia del Monte, subyace una contaminación de nitratos debido a la actividad agrícola.

Los vecinos de Plasencia del Monte, localidad del municipio altoaragonés de la Sotonera, tendrán desde hoy más fácil el acceso al agua apta para el consumo. El Servicio de Protección Civil del Gobierno de Aragón tiene previsto colocar a lo largo de la mañana varios depósitos portátiles que rellenarán los bomberos de Huesca. De esta forma, se solucionará a corto plazo el problema de abastecimiento que los habitantes de este núcleo, igual que los de Quinzano y Lierta, tienen por la polución de nitratos.

La situación se mantiene desde hace un año, cuando se detectó que esta sustancia había llegado a los acuíferos de los que se abastece este núcleo y otras dos pedanías de La Sotonera. Según indicaron ayer desde la DGA, a petición del alcalde y tras una reunión con el Instituto Aragonés del Agua y Salud Pública, se ha decido organizar el sistema de los depósitos, de 1.000 litros. En Plasencia se colocarán dos o tres, y en Quinzano y Lierta uno.

Otro municipio de la provincia de Huesca donde tampoco pueden beber agua del grifo por contaminación de nitratos desde hace varios meses es Chimillas. Por sequía, los bomberos del Alto Gállego han llevado agua una vez a Castiello de Guarga. En Osia (Jacetania) cada semana de agosto se ha abastecido a los vecinos.

Mientras, los bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza también llevaron este lunes 60.000 litros a los depósitos de Cetina. «No tenemos un problema grave. En verano se triplica la población habitual de unos 600 censados y hemos recurrido en un par de ocasiones a este suministro extraordinario», relató sin ningún alarmismo su regidor, Hilario González.

Es una de las 16 localidades a las que este verano los camiones de bomberos de la DPZ han tenido que portar este ‘preciado líquido’. Su situación es la más común.

En la provincia zaragozana Novallas y Huérmeda (barrio de Calatayud) están sufriendo los problemas más graves. El pasado julio, los bomberos llevaron a cabo 43 salidas para abastecer a once núcleos: Aluenda y Pietas (ambos en el término municipal de El Frasno), Huérmeda, Lécera, San Mateo de Gállego, Malpica de Arba (perteneciente a Biota), Bardallur, Ateca, Bárboles, Cinco Olivas y Pradilla. Fuentes de la institución confirmaron que este agosto han efectuado nuevas salidas a Novallas, Huérmeda y San Mateo de Gállego, además de a La Viñuela, Cabolafuente, Cetina y el santuario de la Misericordia de Borja, aunque de forma más puntual.

En Novallas el contratiempo se arrastra desde 2017. Los 7,2 kilómetros de tubería que discurren desde Tarazona hasta la localidad pierden el 60% del agua por filtraciones causadas por su mal estado, según relató el alcalde, Honorio Jesús Fernández. «En verano pasamos de 1.000 vecinos a 1.700. El año pasado el Instituto Aragonés del Agua ya redactó el proyecto para renovarla. Costará unos 900.000 euros, pero estamos pendientes desde hace cuatro meses del permiso del Ayuntamiento de Tarazona y luego habrá que buscar financiación», dijo.

En Huérmeda, en estas fechas se seca la fuente de la que se nutre el depósito. La solución pasa por construir un pozo cerca del pueblo que está pendiente de que la CHE lo autorice.

Extrema sequía en Cretas

En Teruel tres localidades se han encontrado con contrariedades parecidas. Este lunes, los bomberos tuvieron que suministrar 24.000 litros de agua a Segura de Baños porque el aumento de veraneantes disparó el consumo. Esta actuación se sumó a la del sábado, cuando se llevaron dos camiones cisterna, y a la del lunes. Se suministraron un total de 48.000 litros. «No estamos preparados para una mayor afluencia de gente. En invierno somos unas 14 personas en el pueblo y en agosto llegamos a estar 700. Por eso, todos los años nos falta agua», explicó Ernesto Ferreruela, su alcalde.

El 20 de agosto, los bomberos también se acercaron hasta Crivillén, que sufrió una avería en una bomba de agua y necesitó 36.000 litros. Está ya solucionado.

Por último, en Cretas la extrema sequía del río Algars ha obligado a cortar el suministro de agua de boca en varias ocasiones desde el pasado 4 de agosto. Esta situación no se vivía desde el año 1999, y las últimas precipitaciones no han conseguido resolver la extrema sequía. El Algars no cuenta con ninguna infraestructura en sus más de 80 kilómetros y los alcaldes de los pueblos riberos reclaman una solución, como el sondeo en un acuífero situado aguas arriba y que, según un estudio de 1999, dispondrá de agua para abastecer a Cretas y Arenas de Lledó.

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