La profesionalización del sector y su apuesta por la seguridad reducen los accidentes laborales en el campo aragonés

Este año, la siniestralidad agraria ha disminuido un 5%, un descenso que refleja el trabajo que los agricultores están haciendo en materia de prevención.

Imagen de archivo del vuelco de un tractor
Imagen de archivo del vuelco de un tractor
Diputación de Zaragoza

Los accidentes laborales en el campo aragonés están disminuyendo. Así, lo refleja el ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social en el informe emitido respecto al primer semestre de 2018. Siguiendo la tendencia del conjunto del país, los accidentes se han reducido un 5%, pasando de 592 registrados hasta junio el pasado año, a 571. “Las políticas de prevención y la profesionalización del trabajo en el campo están dando sus frutos”, afirma Fernando Luna, presidente de Asaja Huesca, aunque aclara: “Este tipo de estadísticas hay siempre que tomarlas con cautela, ya que un accidente desmonta las cifras”.

Esta disminución de la siniestralidad se ha producido de forma desigual en las provincias aragonesas. Mientras que Huesca y Zaragoza presentan una reducción del 12% y del 10%, habiéndose producido este año 203 y 260 accidentes; en Teruel, han aumentado un 24%. “Las estadísticas -explica Luna- hay que saber interpretarlas, lo positivo es que se están reduciendo los accidentes y a largo plazo, cuando de verdad se note el trabajo que se viene realizando en materia de seguridad, esperamos que estas cifras hayan disminuido mucho más”.

La profesionalización de la actividad agraria es uno de los puntos clave en los que las organizaciones que agrupan al sector están haciendo hincapié. De hecho, según destaca el presidente de Asaja Huesca, “cada vez son menos las personas que trabajan en el campo a una edad de jubilación, lo que genera una menor incidencia en los accidentes. Tenemos que apostar por la renovación del personal agrario y que al igual que en otros oficios con una edad determinada las personas decidan retirarse”.

Al mismo tiempo, “la irrupción de la maquinaria agrícola en el campo ha hecho que sea necesario tener unos ciertos conocimientos para llevarlas, por ejemplo, la recogida en la uva se está mecanizando mucho, lo que hace que se necesiten al cargo verdaderos profesionales”, ratifica Luna.

También la prevención es esencial. Asaja Aragón participa en el estudio, de la escuela Politécnica Superior de Huesca, ‘Análisis de riesgos de incendios en cosechadoras de cereales’, financiado por el Gobierno de Aragón, con el que se pretende reducir el riesgo de incendios forestales y, por tanto, reducir así los accidentes. “Es imprescindible apostar por este tipo de proyectos para conocer mejor la actividad agraria y saber cómo poder disminuir los accidentes”, razona Luna.

Asimismo, “los agricultores apuestan por la seguridad”, atestigua el presidente de Asaja Huesca. La renovación de la maquinaria agrícola, que a pesar de verse mermada este año por el escaso plan Renove y por las malas cosechas, ha mostrado una tendencia al alza en los últimos años. “Las nuevas tecnologías permiten una mejora en los asientos y un sistema antivuelco que son primordiales a la hora de reducir los accidentes. Por esta razón, -declara Luna- que los futuros planes Renove agrarios incluyan la renovación del parque agrario es fundamental para que los accidentes sean cada vez menos”. Así, concluye “apostar por políticas de desarrollo rural, en un sector tan diverso como el agrario, es imprescindible para que el campo sea seguro y para que este trabajo ayude a frenar la fuerte despoblación que sufre la Comunidad aragonesa”.

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