Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Aragón es la comunidad con mayor porcentaje de tabletas en el aula, pero su uso se reduce

En los últimos años, el Gobierno de Aragón ha apostado por la adquisición de ordenadores en vez de tabletas digitales.

Alumnos del colegio Montecorona, con tabletas en el aula
Alumnos del colegio Montecorona, con tabletas en el aula

En 2003, Aragón se convirtió en la primera comunidad en utilizar tabletas digitales para el aprendizaje escolar. Una medida que comenzó en el Centro Rural Agrupado (CRA) de Ariño (Teruel) y que poco a poco se fue expandiendo a otros colegios e institutos. De hecho, según los datos recogidos por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, en el curso 2009-2010, casi el 30% de los dispositivos electrónicos que había en las aulas aragonesas eran tabletas digitales. Esta cifra alcanzaba el 50% en los centros de Primaria sostenidos con fondos públicos.

Con los años, su peso en los colegios aragoneses se ha ido diluyendo, hasta situarse en el 17,4% actual, lo que supone unas 12.100 tabletas. En el momento de máxima difusión se llegaron a superar las 13.600 unidades. Aún así, Aragón es la comunidad española en la que las tabletas digitales tienen una mayor representatividad. Ejemplo de ello es que en Murcia, Cantabria, Baleares, Castilla-La Mancha y Galicia ni siquiera suponen el 5% del total de dispositivos electrónicos.

Que la comunidad aragonesa cuente cada vez con un menor número de tabletas digitales no implica que la DGA haya decidido no apostar por las nuevas tecnologías dentro del aula. Su menor uso y compra se vio afectado por la desaparición del programa Escuela 2.0. No obstante, el número de ordenadores que los alumnos tienen a su disposición ha seguido aumentando en este periodo, aunque de manera más pausada. Según los últimos datos facilitados por el Instituto Aragonés de Estadística (Iaest), en el curso 2012-2013 hasta 50.446 ordenadores eran utilizados por estudiantes, una cifra que en el 2016-2017 (último curso del que se tiene información) ascendía a 53.455.

Si se suman los ordenadores usados por los alumnos, los gestionados por los docentes y los dedicados a tareas administrativas, hace un año se alcanzaban los 69.585 dispositivos. A todos ellos habría que sumarle los 1.850 implantados en 58 centros educativos durante el curso 2017-2018. Además, la pasada semana se anunció la formalización de un nuevo contrato para instalar en el curso 2018-2019 un total de 525 nuevos ordenadores, lo que supone una inversión de 400.000 euros.

Desde el departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón recuerdan que se ha llevado a cabo “un plan para mejorar la conexión y los equipamientos de los centros educativos aragoneses”. Prueba de ello es que en la actualidad casi el 100% de los centros educativos de Aragón cuentan con un acceso wifi, mientras que en el curso 2014-2015 no se llegaba al 90% y en el 2009-2010 ni siquiera se rozaba el 65%. Un esfuerzo que ha sido similar en la mayoría de las comunidades autónomas, aunque a algunas, como la comunidad Valenciana (66,4%), Galicia (71,5%) o Navarra (78,9%), todavía les queda un largo camino por recorrer.

Además, en la actualidad hasta 535 colegios tienen página web y 331 cuentan con servicio en la nube. Todo esto ayuda a que los centros se encuentren más integrados en la comunidad educativa, ya que permite una mayor comunicación con las familias; y que se vayan adaptando a las nuevas necesidades e inquietudes de los estudiantes, puesto que la mayoría de ellos han crecido con un móvil, un ordenador o una tableta al lado.

El uso del móvil en el aula

En muchos centros españoles ya es habitual que se permita el uso del teléfono móvil con fines educativos. Según los datos distribuidos por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, esta medida es especialmente común (45,5%) en los ciclos formativos superiores. También se puede ver en el 40% de las aulas de los ciclos de grado medio y bachillerato y en alrededor del 30% de las de FP Básica y ESO. Estas cifras aparecen disgregadas por comunidades, mostrando que Cataluña, Canarias, País Vasco y Murcia son algunas de las regiones que más apuestan por esta pedagogía.

En el caso de Aragón es imposible calcular cuántos docentes apuestan por dinámicas de este estilo, ya que departamento de Educación, Cultura y Deporte es el único que no ha facilitado información al respecto. No obstante, fuentes del Ejecutivo autonómico han destacado que existen actividades de innovación que se llevan a cabo utilizando el móvil.

Un ejemplo es el IES Santiago Hernández de Zaragoza, donde se utilizan los dispositivos móviles en programas transversales entre diversas materias. También sirven para que, a través de diversas aplicaciones, los estudiantes midan su esfuerzo y trabajo durante la asignatura de Educación Física. Para evitar un uso inadecuado de estas nuevas tecnologías, el Gobierno de Aragón elaboró el año año pasado un decálogo sobre el buen uso de móvil, que fue distribuido tanto a las familias como a los centros educativos.

Por su parte, los centros aragoneses destacan por participar en proyectos relacionados con las tecnología educativa. Cerca del 50% de ellos se suman a estas iniciativas, siendo los institutos públicos los que más se implican: hasta el 60%. Estos datos están por encima de la media española (31,5%) y solo son superados por Castilla y León (60,5%), Ceuta (58,6%), Melilla (52,2%) y Galicia (49,6%).

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