Contaba Julio Verne en su novela ‘El rayo verde’ que si dos personas observan al mismo tiempo el rayo verde que se refleja en el horizonte al atardecer quedarán unidas por siempre y enamoradas la una de la otra de manera eterna. Por esa razón, en la novela, publicada en 1882, se busca con ahínco este rayo, para sellar una unión. ¿Existe en realidad? Y la respuesta es que sí: cuando el sol se acerca al horizonte, la refracción atmosférica separa los distintos colores del disco solar, quedando en su borde superior, por este orden, el violeta, el azul y el verde.

"Las mejores puestas de sol se producen cuando hay nubes y/o impurezas en el aire. Dependiendo del tipo de nubes se generan unos juegos de luces u otros", destaca el meteorólogo aragonés Francho Beltrán.

¿Dónde están las mejores puestas de sol de Aragón? En listados realizados por revistas de viajes y blogueros, el atardecer más bonito de Aragón sería el que se puede ver desde la laguna de Gallocanta, en Zaragoza. Otras preciosas puestas de sol se pueden encontrar en los Monegros, como pudieron verse en ‘Jamón, jamón’, de Bigas Luna. En especial, es hermoso el balcón natural que supone la sierra de Alcubierre, que permite ver miles de hectáreas de estepa, con el Moncayo al fondo.

Uno de los atardeceres más melancólicos y fugaces se aprecian desde el puerto de Monrepós, en Huesca, donde por desgracia hay poco espacio para parar el coche y disfrutar del paisaje. Y, finalmente, no hay que olvidar el hermoso ocaso en el Mar de Aragón, en Caspe, que con 500 kilómetros de costa y 7.540 hectáreas de agua, es el embalse más grande de toda la Comunidad.