Un proyecto necesario

La publicación de la declaración de impacto ambiental desbloquea el desdoblamiento de la N-232 hacia Alcañiz.

Un accidente de tráfico en la N-232 cerca de Fuentes de Ebro en 2016.
Un accidente de tráfico en la N-232 cerca de Fuentes de Ebro en 2016.
Oliver Duch

La conversión en autovía de la carretera N-232 entre Zaragoza y Alcañiz y su prolongación hasta el Mediterráneo es una de las infraestructuras que Aragón viene demandando desde hace largo tiempo. La declaración ambiental se ha demorado nada menos que diez años, pero ahora su publicación debería suponer el desbloqueo de un proyecto que es imprescindible para garantizar la seguridad vial y para el desarrollo del Bajo Aragón y de toda la provincia de Teruel.

Que la declaración de impacto ambiental para 88 kilómetros de autovía -entre Fuentes de Ebro y Valdealgorfa- se haya demorado un decenio es seguramente, y tristemente, un claro índice de los tremendos retrasos que sufren muchas de las infraestructuras esenciales para el desarrollo de Aragón. La carretera de Castellón, la N-232 entre El Burgo y Valdealgorfa, es una de las vías con mayor número de accidentes mortales, 41 fallecidos en doce años; las últimas dos víctimas se registraron el pasado 2 de agosto. Su conversión en autovía daría un impulso decisivo al desarrollo del Bajo Aragón y contribuiría a la vertebración del territorio aragonés. Por añadidura, forma parte de un eje estratégico nacional -de Miranda de Ebro a Vinaroz- que debería ser prioritario.

Felizmente, el proyecto se desbloquea ahora con la declaración de impacto que acaba de publicarse, si bien el recorrido administrativo y, sobre todo, presupuestario para que la obra llegue a buen puerto todavía puede ser muy largo. Las autoridades aragonesas deben intentar que el Ministerio de Fomento acelere los pasos, que se elaboren cuanto antes los proyectos de construcción de los diversos tramos -de momento solo cuenta con él el de El Burgo a Fuentes- y que se incluyan en las Cuentas del Estado las cantidades necesarias para poner en marcha una autovía que las localidades afectadas no han dejado de demandar desde hace muchos años.