La Junta Arbitral de Consumo de Aragón recibe 598 solicitudes en primer semestre

Casi el 60% de las solicitudes de arbitraje corresponden con el sector de las telecomunicaciones.

Vista del Edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón.
Vista del Edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón.
G.M.

La Junta Arbitral de Consumo de Aragón ha recibido 598 solicitudes de arbitraje en el primer semestre de 2018, de las cuales 178 se presentaron a través de las Oficinas de Información al consumidor comarcales y municipales y los servicios de Consumo; 10 a través de Asociaciones de consumidores y 410 se presentaron directamente por los consumidores aragoneses.

“Esto demuestra el mayor conocimiento que la ciudadanía va adquiriendo de este servicio del Gobierno de Aragón”, indica la directora general de Protección de Consumidores y Usuarios, Ros Cihuelo, según informa el Gobierno de Aragón.

En estos seis primeros meses de 2018 se han resuelto 345 solicitudes de Arbitraje, de las cuales, 135 han sido por mediación de la Junta Arbitral de Consumo de Aragón, es decir, que se ha logrado un acuerdo entre las partes en conflicto sin necesidad de la actuación de un colegio arbitral. Del total de solicitudes, cuatro no fueron admitidas a trámite porque el reclamante carecía de la condición de consumidor final, que es un requisito imprescindible para acudir al Sistema Arbitral de Consumo.

“De las solicitudes de arbitraje resueltas en el primer semestre de 2018, un 40% lo ha sido mediante mediación en la junta arbitral, mientras que el 60% se ha resuelto por laudo arbitral, que tiene carácter ejecutivo y el mismo valor que una sentencia”, detalla Cihuelo.

Para la resolución de cada asunto por laudo se designa un órgano arbitral. Los órganos arbitrales colegiados, o “Colegios arbitrales” están compuestos por tres miembros: un representante de la administración, otro de las asociaciones de consumidores y otro de las organizaciones empresariales. En este primer semestre de 2018 se han dictado 210 laudos arbitrales, decisiones que ponen fin al proceso con carácter ejecutivo y fuerza de cosa juzgada.

Desde el punto de vista de la resolución, 152 laudos han sido estimatorios, total o parcialmente de las pretensiones del consumidor; 48 desestimatorios y 10 conciliatorios. Asimismo, destacan los 200 laudos dictados por unanimidad del Colegio Arbitral y ninguno por mayoría o voto dirimente.

El arbitraje en un sistema voluntario y que requiere la aceptación expresa de la empresa reclamada o bien su adhesión al Sistema Arbitral de Consumo. En este periodo, 168 reclamaciones fueron archivadas por falta de aceptación, quedando expedita la vía judicial y en algunos casos otros sistemas de reclamación extrajudicial.

En cuanto al plazo de respuesta de la Junta Arbitral, tanto en los archivos por no aceptación como en los 345 asuntos resueltos por mediación o arbitraje, se ha cumplido el objetivo marcado por la cartera de servicios de resolver, al menos el 80% de las reclamaciones, en el plazo máximo de 4 meses.

Con 348 solicitudes, al sector de las telecomunicaciones corresponde el 58,19% del total de las solicitudes de arbitraje, un porcentaje que ha aumentado respecto al año pasado en el que suponían un 45,4 %. Esto puede ser consecuencia de las continuas ofertas en productos y servicios lanzadas por las compañías telefónicas, que animan a los consumidores a cambiar sus relaciones contractuales en este sector. Los servicios de interés general, luz y gas, con 65 solicitudes, han sido el segundo sector más demandado y suponen el 10,86 % del total. Otros sectores que generan reclamaciones significativas ante la Junta son las agencias de viajes, con un total de 10 solicitudes (1,67 %) en el primer semestre de 2018, la reparación de automóviles, con 14 solicitudes (2,34 %) y el sector de muebles con 7, que suponen un 1,17 % del total.

Respecto a las temáticas frecuentes de las solicitudes de arbitraje, en el sector de las telecomunicaciones destacan las dificultades para darse de baja en los servicios, las altas no solicitadas, las dificultades para la portabilidad o la modificación unilateral del contrato con incremento de la cuota en base a mejoras tecnológicas, el no facilitar una copia del contrato, las irregularidades por llamadas o derivaciones a servicios de tarifa adicional sin conocimiento del usuario o la facturación de llamadas que el usuario no reconoce, entre otras.

En el sector de la energía eléctrica destacan las solicitudes relacionadas con la tarifa de luz y el mercado liberalizado, el bono social, las consultas sobre el precio voluntario al pequeño consumidor y consultas sobre la tarifa plana anual, sobre la tarifa de discriminación horaria o sobre el retorno a factura bimestral con lectura real, así como sobre la facturación por tramos horarios y entrada en vigor por zonas.

En automoción, las consultas más recurrentes estaban relacionadas con la falta de conformidad durante el periodo de garantía de dos años desde la adquisición, las reparaciones efectuadas con posterioridad al periodo de garantía de adquisición (tres meses), los siniestros de los que se desentiende el seguro o la ausencia de presupuesto en la reparación, entre otras.

Con relación a los muebles, las consultas más habituales son las concernientes a la demora en la entrega, los daños en los muebles por el transporte, diferencias de tonalidad o de medidas de los muebles con las tomadas en el domicilio, deficiencias o daños en los muebles durante el periodo de garantía, publicidad engañosa o una política de devoluciones que no respeta la empresa en el caso de los colchones, cuando no los excepciona en la información o publicidad.

Respecto a las agencias de viajes, las solicitudes eran relativas a excursiones que difieren a las contratadas, deficiencias en los servicios del hotel, retrasos y cancelaciones en vuelos, cambios de hotel y publicidad engañosa.

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