La DGA reforzará los convenios municipales de atención tras las últimas muertes en soledad

En la última semana, solo en Zaragoza capital se han registrado seis casos de este tipo, cuatro de ellos el mismo día.

En los últimos siete días, cinco personas han sido halladas sin vida en sus domicilios de Zaragoza. Todas ellas vivían solas y su fallecimiento solo se advirtió varios días después de producirse. Desde diciembre de 2017, han transcendido 16 muertes de este tipo en todo Aragón.
En los últimos siete días, cinco personas han sido halladas sin vida en sus domicilios de Zaragoza. Todas ellas vivían solas y su fallecimiento solo se advirtió varios días después de producirse. Desde diciembre de 2017, han transcendido 16 muertes de est
Oliver Duch

Las instituciones públicas y las organizaciones sociales que se dedican a la atención de la tercera edad no pierden de vista los últimos casos de muertes en soledad. En la última semana, solo en Zaragoza capital se han registrado seis casos de este tipo, cuatro de ellos el miércoles y el último, justo ayer. Fue en la calle de La Paz, donde se encontró a un madrileño de 36 años muerto en la habitación que tenía alquilada en un piso compartido.

Aunque no todos los fallecidos eran jubilados, de hecho una persona tenía menos de 50 años, el denominador común que les une es cierta soledad y abandono, porque en todos los casos las muertes transcendieron días después de producirse.

El Gobierno de Aragón no pierde de vista esta problemática, sobre todo en el caso de las personas mayores de 65 años. "Desde el inicio de la legislatura, la atención a las personas mayores es uno de los temas prioritarios del departamento", explicó ayer a este diario José Antonio Jiménez, secretario general técnico de la consejería de Ciudadanía y Servicios Sociales.

"Estamos preocupados", admitió Jiménez. "Tenemos que ir incrementando las prestaciones y los servicios para que los ciudadanos tengan un punto de contacto a través del cual podamos advertir de su situación", añadió, a la par que señaló que en el departamento que dirige Mariví Broto ya están trabajando para mejorar los dos ejes que sustentan la atención a las personas mayores de 65 años en Aragón: la atención domiciliaria y la teleasistencia.

En este sentido, el responsable del Gobierno de Aragón señaló que una de las soluciones a este problema social podría pasar por la llamada teleasistencia avanzada. "Se está analizando este tipo de servicio para su aplicación a los usuarios dependientes y en los próximos convenios con entidades locales se incluirán estas prestaciones adicionales", avanzó. En síntesis, en el ánimo de los técnicos del Gobierno de Aragón está mejorar la respuesta del entorno de las personas mayores que viven solas, para poder adelantarse a situaciones de abandono.

Un problema social

"Estamos comprometidos en mejorar la colaboración con las entidades locales porque entendemos que esto es un tema de primera atención", abundó José Antonio Jiménez. En cualquier caso, desde la DGA recuerdan que los problemas que acarrea la soledad a partir de los 65 años no solo concierne a las instituciones públicas: se trata de una realidad en la que están involucradas las familias y, por extensión, el resto de la sociedad.

Esta opinión es compartida en el Ayuntamiento de Zaragoza, que a lo largo de esta legislatura, además de los servicios tradicionales como la atención domiciliaria, ha apostado por poner en marcha programas de desarrollo comunitario. Por un lado, estos proyectos ayudan a mantener en activo a las personas mayores de 65 años sin una red familiar sólida y, por otro, se detectan situaciones de soledad a las que se puede hacer frente antes de que sea demasiado tarde.

Asociaciones sin ánimo de lucro como Seniors en Red, que funciona en Zaragoza con alrededor de 150 voluntarios y se extenderá próximamente por más localidades de Aragón, defienden este modelo. Su presidenta, Rosa Plantagenet-Whyte, aboga por crear redes de proximidad, "humanas y tecnológicas", que erradiquen las situaciones de aislamiento.

Esta iniciativa vendría a complementar los servicios ya existentes, como por ejemplo el de teleasistencia. Cruz Roja es una de las entidades que más clientes gestiona en Aragón: alrededor de 4.600 aragoneses. "Funcionamos con agendas confeccionadas por los usuarios. Ellos nos dicen cada cuanto tiempo quieren que les llamemos y suelen modificar la frecuencia si de repente se empiezan a encontrar peor", explican fuentes de Cruz Roja. Las agendas se mantienen durante todo el año, aunque en periodos como el verano se lanzan campañas de llamadas especiales para recordar a los mayores los consejos básicos que deben observar con temperaturas extremas.

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