Muertes en soledad

La soledad y la edad avanzada pueden crear situaciones de vulnerabilidad.

Piso de la calle La Paz de Zaragoza donde fue hallado el cadáver de un hombre que llevaba varios días muerto.
El cadáver de un hombre que llevaba varios días muerto fue hallado ayer en un piso de la calle La Paz de Zaragoza.
Oliver Duch

Que, en tan solo una semana, seis personas que vivían solas en Zaragoza hayan sido encontradas muertas en sus domicilios suena como una contundente señal de alarma. Estos sucesos se repiten con frecuencia y, aunque las circunstancias detrás de cada caso pueden ser muy diversas, no cabe duda de que están evidenciando un problema social al que es necesario prestar la debida atención.

Vivir solo puede ser una opción voluntaria o una adaptación a las circunstancias que no implica necesariamente ni aislamiento ni fragilidad. Pero, en un contexto de envejecimiento demográfico, como ocurre en Aragón, son cada vez más frecuentes los casos en los que la soledad y una avanzada edad producen situaciones en las que las personas resultan especialmente vulnerables, situaciones que no en pocas ocasiones cabe calificar de auténtico abandono.

Las muertes de personas que viven solas y que tardan varios días -o hasta semanas- en ser detectadas son la punta del iceberg de un problema social que puede ir en aumento en los próximos años. Por ello, la preocupación del Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón no solo está plenamente justificada, sino que debe traducirse en medidas concretas. Hay que reforzar los servicios de asistencia domiciliaria y de teleasistencia, y hay que coordinar a las diferentes administraciones y a las entidades cívicas. Pero hace falta también una labor de proximidad de los técnicos sociales para detectar a tiempo estados graves de desatención. Como es necesario concienciar a las familias y a las propias personas potencialmente en riesgo para que se impliquen en la prevención.