En los últimos 13 años se han denunciado seis violaciones durante el Pilar y San Lorenzo

Uno de los casos más graves que se recuerda fue la violación en grupo de una joven durante las fiestas de Sariñena de 1992.

Imagen de la histórica manifestación de repulsa celebrada el martes en Monzón
El presunto agresor sexual dejó restos de ADN en la ropa y las uñas de la menor de Binaced
J. L. P.

El suceso ocurrido hace diez días en Binaced no es una excepción. En los últimos 13 años han transcendido seis casos de violación durante fiestas patronales de Huesca y de Zaragoza. Esta cifra representa tan solo la punta del iceberg, pues como recuerdan las fuerzas y cuerpos de seguridad, hay un porcentaje de delitos contra la libertad sexual que no se denuncian y otros que no llegan a esclarecerse nunca.

Las fiestas del Pilar de Zaragoza y las de San Lorenzo de Huesca han sido, lamentablemente y pese a las campañas de concienciación de sus ayuntamientos, escenario de varias agresiones sexuales. No se puede hacer distinción entre los delitos de este tipo: todos son igual de graves y deleznables, pero algunos de ellos son especialmente repugnantes.

Es el caso de los agresores que actúan en grupo contra una sola víctima, un tipo de agresión que se ha registrado en al menos tres ocasiones desde 2007. En las fiestas de San Lorenzo de 2009, tres hombres de entre 22 y 26 años violaron a una chica de 24 en un piso del barrio de la Catedral. Un par de años antes, durante las fiestas del Pilar, una chica de 15 años fue violada varias veces por otro menor en la calle de Moncasi. El agresor se sirvió de varios amigos, alguno mayor de 18 años, para violentar a la joven. Hubo dos condenados por estos hechos.

En 2015, también durante las fiestas de la capital aragonesa, se registraron dos agresiones. El 11 de octubre, dos jóvenes abusaron de una mujer y fueron condenados a dos años de cárcel, aunque no llegaron a ingresar en Zuera tras pagar una indemnización a la víctima.

Un día después, un hombre de 31 años violó en su casa a una joven a la que conoció esa noche en un bar. La Audiencia Provincial de Zaragoza lo condenó en 2017 a ocho años de cárcel, tal y como pedía la acusación particular.

‘La Manada’ de Sariñena

En las fiestas patronales de Huesca de 2007 se denunció la violación de una menor, que se saldó con la detención de un ciudadano francés. Este caso trajo a la memoria de los aragoneses el suceso ocurrido en 1992 en Sariñena, cuando Carlos Arizón, con la cooperación de dos amigos, violó a una chica durante las fiestas patronales. Tras pasar varios años en la cárcel, Arizón mató a una anciana y violó a otra mujer, también en la localidad oscense. En 2002 fue condenado a 33 años de prisión por ambos delitos.

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