Repunte preocupante

A falta de nueve días para que termine el mes, julio ya se ha revelado como uno de los peores de los últimos años en lo que a siniestralidad vial se refiere.

Una imagen del accidente ocurrido en la carretera A-1506 dentro del término municipal de Almonacid de la Cuba.
Una imagen del accidente ocurrido en la carretera A-1506 dentro del término municipal de Almonacid de la Cuba.
DPZ

Las carreteras aragonesas ya se han cobrado diez vidas en este mes, el peor julio desde 2011. En lo que va de año han fallecido treinta y cinco personas, siete más de las que registró 2017 en el mismo periodo. Los datos son muy preocupantes y muestran con dramatismo lo mucho que queda por hacer

Ya son dos años de aumento del número de víctimas en las carreteras de Aragón. Queda atrás la época en la que el objetivo de reducir a mínimos los datos de fallecidos parecía alcanzable. Las medidas estrella de la primera década de este siglo, como el carné por puntos o la reforma del Código Penal, doblegaron la escalada de muertos en todo el país. La cifra de 2010 equivalía a menos de la mitad de la de 2001. La repercusión positiva de las decisiones políticas se extendió hasta bien llegada la crisis económica. Entonces, la estrategia contra los accidentes encontró un aliado inesperado en la recesión y el paro, que dejó aparcados en los garajes millones de los vehículos que hasta entonces salían a la calle cada día, por trabajo o por ocio. Aquel descenso de la movilidad mantuvo a raya las cifras durante un tiempo, pero la recuperación económica ha acabado con esa tendencia.

Es necesaria una revisión de las estrategias de seguridad en carretera para traerlas de nuevo a la primera línea del interés general. Dependerá de que el Gobierno apueste por políticas inversoras, tanto en educación vial como en carreteras, y de que las nuevas autoridades de Tráfico acierten a combinar las medidas preventivas y punitivas necesarias. La experiencia indica que las recomendaciones tienen una eficacia limitada si el infractor queda impune. Pero al mismo tiempo, y especialmente en momentos de desplazamiento masivo de vehículos como el actual, es fundamental mantener puntualmente informado al conductor sobre la situación de la red vial y los riesgos que entraña conducir en determinadas circunstancias.