La mayor oposición de Secundaria y FP en Aragón va a terminar con numerosas plazas sin cubrir "por la dureza y subjetividad" del proceso, según denuncian los sindicatos y los opositores. Casi un tercio de las especialidades (7 de 23) van a quedar con plazas desiertas. Según los resultados provisionales publicados de la segunda prueba, un total de 39 plazas no se podrán cubrir.

Las especialidades que quedan con plazas desiertas, y que se cubrirán con interinos, son Administración de empresas (5 plazas desiertas), Cocina y Pastelería (2), Hostelería y Turismo (2), Informática (3), Matemáticas (16), Mecanizado y mantenimiento de máquinas (7) y Sistemas y aplicaciones informáticas (4). Destaca el alto número de suspensos en la especialidad de Matemáticas, que era también la que ofertaba un mayor número de plazas (108). La primera prueba (examen teórico y práctico) la pasaron 94 personas y en la segunda (prueba pedagógica) han suspendido otros dos aspirantes, por lo que finalmente quedarán 16 plazas desiertas.

Esta oposición, con una oferta de 763 plazas, se presentó como una ocasión "histórica" para estabilizar plantillas y reducir la alta tasa de interinidad. Finalmente quedarán en torno a un 5% de vacantes sin cubrir. La DGA considera que el número de suspensos es "normal" y similar a otros procesos. Respecto a las quejas de opositores y sindicatos por el modelo de examen y las calificaciones, la DGA solo ha dicho que evaluará el proceso cuando termine.

Las quejas por el alto número de suspensos en las oposiciones de Secundaria se han dado también en otras comunidades autónomas. La gran criba se produjo en la primera prueba, celebrada en varias sedes de Zaragoza, Huesca y Teruel el 23 de junio. Solo una cuarta parte de los aspirantes presentados aprobó esta primera prueba, que era eliminatoria, y en varias especialidades no se llegó ni al 15% de aprobados. La segunda prueba, consistente en la presentación de la programación y de una unidad didáctica, ha aumentado el número de suspensos pero en menor medida.

Los opositores se quejan -entre otras cosas- de la dureza de la primera prueba, de que este ejercicio sea eliminatorio, de la falta de criterios claros de evaluación, de la falta de transparencia y de la imposibilidad de ver sus exámenes para conocer por qué se les ha penalizado. Muchos señalan que creían que habían hecho bien el examen y se llevaron la sorpresa al ver las notas. La Plataforma de Interinos Aragonesa (PIA) convocó una protesta este jueves a las puertas del Pignatelli y anuncias nuevas movilizaciones tras el verano.

Propuestas de mejora

"La Administración debería corregir muchas cosas para las siguientes oposiciones. Los tribunales no son culpables de un sistema tan subjetivo e injusto", subraya Alfonso Zafra, representante de CSIF Aragón. El sindicato propone que la primera prueba sea tipo test ("es lo más objetivo posible") y que no sea eliminatoria, pide que haya un temario detallado de cada especialidad y que se publiquen los criterios de evaluación. También propone cambios en el calendario: que la primera prueba comience antes para que que los tribunales tengan más tiempo para corregir y los opositores para reclamar.

En 2019 habrá oposiciones de maestros y enseñanzas de régimen especial (artísticas, idiomas y deportivas), que también se prevén multitudinarias. De momento en Aragón se acordó ofertar 777 plazas, pero esta cifra podría aumentar hasta más de mil plazas gracias a un acuerdo nacional entre los sindicatos y la Administración que permite aumentar la oferta de empleo público. "Esperamos negociar un aumento del número de plazas y los cambios necesarios en el modelo de examen para que sea lo más justo y objetivo posible", subraya Alfonso Zafra.