El abogado y periodista Francisco Marhuenda ha estado este miércoles en Tarazona participando en el curso de verano ‘Ciudad de Tarazona’ organizado por el Ayuntamiento turiasonense y la Universidad Rey Juan Carlos. En esta decimoquinta edición, el curso ha hecho balance de los cuarenta años de Constitución española (1978-2018).

En su conferencia, titulada ‘Necesidad y oportunidad de una reforma constitucional’, Marhuenda ha defendido que no cree que sea preciso reformar la Constitución, “salvo que se consiguiera el consenso necesario para poder hacerlo”.

Para Marhuenda, la Carta Magna tiene validez y se ha ido adaptando al paso del tiempo mediante la reforma de leyes. “No veo que haya elementos capitales e imprescindibles para que digamos que la Constitución no tiene vigencia”, ha asegurado, aunque con matices, como la sucesión a la Corona donde “hay una inaceptable situación de la mujer en este capítulo, pero tampoco es algo inminente”.

También el título octavo del texto, sobre la organización territorial del Estado, “con el que se abre una polémica de dimensiones inimaginables”. “No tiene urgencia salvo, insisto, que haya consenso, en ese caso hay cosas que mejorar y perfeccionar”, ha matizado.

Para el director del diario La Razón, la Constitución española tiene “una gran flexibilidad” porque han podido gobernar la izquierda y la derecha “sin ningún problema” y no ha habido ninguna complicación “a la hora de aplicar leyes, incluso en temas muy comprometidos porque tiene capacidad de adaptación a los tiempos”.

Según ha dicho Francisco Marhuenda, una Constitución es un marco jurídico que tiene que permitir que “todos se sientan cómodo en él”, es decir, “que no haya nadie que sea ganador”. En este punto ha recordado la Transición, una época que mostró “un ejercicio de enorme generosidad por parte de todos los constituyentes”, un clima que no cree que exista actualmente.

“La Constitución no se puede votar cada generación, tiene una perspectiva amplia en los derechos y garantías de su ejercicio”, ha valorado el expolítico, quien ha reconocido que “tiene un punto rígido a la hora de su reforma”. “Los constituyentes no quisieron someterla a los vaivenes de los cambios de color de los partidos políticos”, ha señalado.

Una de las personas responsables de la Carta Magna fue el turiasonense Gabriel Cisneros, figura que ha querido recordar Marhuenda. “Fue una persona de una calidad humana extraordinaria, aparte de un muy buen jurista. Nos sentábamos al lado en la Junta de Portavoces y tuve la suerte de tener una buena relación con él. Una de las figuras importantes de la Transición en ese gran esfuerzo que se hizo buscando consenso”, ha resumido.