Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Más proteína en el campo

Inpulse es el proyecto de un grupo operativo supraautonómico que pretende impulsar el cultivo de leguminosas y reducir la dependencia de la proteína vegetal para pienso.

Cultivos de leguminosas en los campos aragoneses para su utilización como pienso.
Cultivos de leguminosas en los campos aragoneses para su utilización como pienso.
Heraldo

A pesar de que España cuenta con una larga tradición de cultivo y consumo de leguminosas, estas producciones han ido perdiendo terreno en el campo español de manera constante a lo largo del último medio siglo. Un retroceso al que le han acompañado también unos nuevos hábitos entre la población que han reducido su consumo, pero que han incrementado la ingesta de carne, lo que a su vez ha propiciado un crecimiento de la utilización de legumbres para pienso. Pero esta carambola no ha impulsado, sin embargo, su cultivo. Lo demuestra la soja. Es la leguminosa más consumida en España, pero es la que menos se cultiva, lo que ha provocado una total dependencia de las importaciones.

Si a este descenso de los cultivos se une la creciente competencia mundial por la proteína vegetal, el resultado no es otro que un agravamiento del déficit de abastecimiento de la demanda interna, lo que supone «una galopante dependencia» de las importaciones, particularmente de soja», que implica «un grave riesgo para nuestra balanza de pagos, tiene efectos perjudiciales para el medio ambiente y, lo que es más grave, supone un riesgo de seguridad alimentaria, afectando a la competitividad y sostenibilidad de la cadena de alimentación animal por su situación de dependencia externa y poniendo a nuestra industria cárnica en manos de las oscilaciones del precio internacional de la soja».

Con este argumento productores agrarios y ganaderos, fabricantes de piensos e investigadores han creado Inpulse. Se trata de un grupo operativo supraautonómico con el que se pretende potenciar el cultivo de leguminosas en España y reducir la creciente dependencia externa de proteína para piensos.

En el proyecto, que acaba de ponerse en marcha y en el que participan la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), la Federación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Cesfac), el Centro Tecnológico Cartif, Cooperativas Agroalimentarias de Aragón, Cooperativa Los Monegros (Sariñena, Huesca), el Instituto de Agricultura Sostenible del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IAS-CSIC), el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) y el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida), tiene por objeto el diseño y evaluación de un mecanismo sistematizado de utilización de leguminosas, adaptado a las necesidades de toda la cadena de valor de la alimentación animal.

Con esta iniciativa se pretende además, explican sus responsables, mejorar la diversificación del sistema alimentario en España, «mejorando su sostenibilidad, favoreciendo la competitividad y el desarrollo económico de la cadena de alimentación animal». Pero también está en la agenda de sus impulsores el diagnóstico de las necesidades de los agentes de la cadena de alimentación animal para «reconectar dicha cadena y fomentar la transferencia de conocimiento desde y hacia la investigación».

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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