Un plan oportuno y oportunista

La DGA propone que se subvencione a los padres que cojan un permiso para cuidar a sus hijos.

Vicente Guillén y María Victoria Broto durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
Vicente Guillén y María Victoria Broto durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno.
HA

La DGA propone que se subvencione a los padres que cojan un permiso para cuidar a sus hijos. Todas las iniciativas de apoyo a la natalidad son bienvenidas, pero deben ser ejecutables. A menos de un año de las elecciones autonómicas en Aragón, sin financiación asegurada y con una tramitación parlamentaria muy incierta, lanzar ahora esta propuesta resulta demasiado electoralista

Año a año, los datos del INE evidencian el declive demográfico de Aragón. Esta tendencia aboca a la Comunidad a la pérdida de población y, en consecuencia, de vigor si no se incide de manera decidida sobre la natalidad. Si algo demuestra la evolución de estas estadísticas es la estrecha relación que existe entre la economía y la demografía. Estamos ante las consecuencias de factores socioeconómicos que pueden y deben modificarse. La baja tasa de natalidad está relacionada con el retraso en la edad de emancipación de los jóvenes, la dificultad para formar uniones estables y la inseguridad laboral, que hace que muchas parejas en edad de procrear no lo hagan por la incertidumbre en la que viven. Por eso, si Aragón quiere recuperar natalidad tiene que aplicar políticas que faciliten la decisión de tener hijos. En este sentido es positivo el anteproyecto de ley de apoyo a las familias aprobado ayer por el Consejo de Gobierno para fomentar la natalidad.

Este proyecto, no obstante, surge con relevantes carencias: no tiene asignación presupuestaria ni siquiera un cálculo de cuánto puede suponer a las arcas autonómicas; además, la preceptiva memoria económica no estará lista hasta que la norma supere el proceso de participación pública y se tramite el definitivo proyecto de ley; no consta de calendario de aplicación; e, incluso, no se puede garantizar que su aprobación salga adelante antes de que acabe la legislatura. Las intenciones de la propuesta son buenas, pero el oportunismo de la DGA es también muy evidente.