El Gobierno español negocia con la Comisión Europea la inclusión de la línea ferroviaria Zaragoza-Teruel-Sagunto en la red básica de transportes, lo que permitiría captar hasta el 50% de su financiación de las arcas europeas. Se trata de una decisión transcendental para Teruel, para Aragón y para todo el eje del Ebro

La comisaria europea de Transporte, Violeta Bulc, ha acordado estudiar la inclusión de la conexión del Corredor Mediterráneo con la fachada atlántica y cantábrica en el nuevo Reglamento de ayudas CEF (Mecanismo Conectar Europa), según le ha avanzado al ministro de Fomento, José Luis Ábalos. De esta forma se cerraría el corredor Cantábrico-Mediterráneo. Con el fin de llegar a un acuerdo en este sentido, ambos han previsto la celebración de una próxima reunión entre los servicios técnicos del Ministerio de Fomento y de la Comisaría de Transportes. Para garantizar el éxito de este empeño, los socialistas pretender incluir esta línea como un ramal del corredor Mediterráneo, como hace unos meses hizo el Gobierno del PP con el tramo Zaragoza-País Vasco al incluirlo en el eje Atlántico. De este modo, todo el corredor Cantábrico-Mediterráneo que reclama Aragón para vertebrar su territorio dispondría de cobertura económica de Bruselas.

Es fundamental asegurar esta financiación. Modernizar el trazado del corredor ferroviario supone, en primer lugar, relanzar de una vez el desarrollo de la provincia de Teruel; pero, a su vez, apostar por la prosperidad del eje del Ebro en su conjunto. Sobran argumentos para convencer a la Comisión Europea: el eje del Ebro concentra en su área de influencia más de un tercio de la riqueza y de la población españolas, personifica la conexión natural entre los corredores del Atlántico y del Mediterráneo -200 kilómetros menos que la alternativa tarraconense- y concita el consenso de todas las instituciones públicas y de las organizaciones sociales regionales.