Arropada por más de un centenar de militantes y bajo un sol de Justicia, la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha presentado a los zaragozanos el proyecto con el que quiere liderar el PP nacional y recuperar el Gobierno. Para eso ha venido a Aragón, una tierra que "conoce bien" al ser asidua a las pistas de esquí oscenses en las que se siente "como en casa". También ha tenido guiños con Teruel, al recordar que su último acto constitucional fue la firma del Fondo de Inversión de Teruel (FITE) dotado con 30 millones de euros, y ha asegurado que "firmará bastantes más" en el futuro como presidenta del Gobierno. 

Con una cinta de la Virgen del Pilar que, como hace unos días a Pablo Casado, le han regalado unos afiliados, ha querido destacar su "experiencia" al llevar muchas "horas de vuelo" tanto en la oposición como en el Gobierno. Nada que ver con Pedro Sánchez, que se "ha puesto al frente de un  Boeing sin haber pilotado antes una avioneta, y eso es un riesgo", ha ironizado.

Sáenz de Santamaría ha hecho hincapié en que está "orgullosa de ser del PP" y en que su partido puede ser el primero que presente a una mujer para que sea a primera presidenta del Gobierno. Ha querido diferenciar al PP de los partidos "que cogen a un líder, le dan unas clases de telegenia y le sacan a pasear".

Como encargada de aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña, para plantar cara al desafío soberanista. "Me he llevado una querella por lo criminal por defender la unidad de España", ha recordado, si bien su familia le ha recomendado que lo incluya en su currículo.

La candidata, a la que han acompañado el presidente del PP en Aragón, Luis María Beamonte; el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza, Jorge Azcón, y su amigo Roberto Bermúdez de Castro, tiene la intención de mantener su campaña "en positivo" y aboga por una "integración con generosidad". Su objetivo es coger "un partido fuerte, unido y que salga a ganar".